PIDE REFLEXIONAR ANTES DE ACTUAR
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Obispo critica a los ‘fariseos’ de las redes sociales por lanzar piedras de calumnia, mentira y chismes

Obispo Auxiliar, monseñor Estanislao Dowlaszewicz. Foto/captura

Durante la homilía dominical celebrada en la Catedral de Santa Cruz, el obispo auxiliar, monseñor Estanislao Dowlaszewicz, reprochó el comportamiento de quienes actúan como “los escribas y fariseos de hace dos mil años”, lanzando piedras de mentira, calumnia y chismes a través de las redes sociales, las cuales —advirtió— muchas veces bloquean o destruyen el presente y el futuro de las personas.

La reflexión surgió a propósito del pasaje evangélico en el que Jesús defiende a una mujer acusada de adulterio, evitando que sea apedreada y señalando la hipocresía de quienes la condenaban sin mirarse a sí mismos. “La actitud de Jesús fue no condenar, sino dar una nueva oportunidad”, recordó el prelado, y lamentó que hoy las personas sigan actuando igual que aquellos fariseos del pasado.

“El comportamiento de las personas no ha cambiado, porque también juzgan fácilmente a los demás. Señalamos los errores y pecados de alguien que está a nuestro lado, ridiculizamos sus debilidades y condenamos por quienes son o cómo lucen en su vida cotidiana”, expresó monseñor Dowlaszewicz.

El obispo denunció que muchas veces los juicios actuales se disfrazan de opiniones en redes sociales, cuando en realidad son agresiones destructivas. “Tenemos piedras de juicio en nuestras manos y solamente esperamos el momento para arrojarlas. Piedras de mentira, piedras de calumnia, piedras de chismes. Las piedras que hoy tenemos en la mano son muchas veces comentarios maliciosos, difamatorios. Eso es lo que hacemos a través de las redes sociales”, manifestó.

Criticó también el oportunismo con el que se lanzan estas “piedras” para obtener aprobación o beneficio personal. “Algunas personas tienen lista la piedra para arrojar y luego correr en dirección a la meta para alcanzar el premio” de quien lo ha llamado, dijo, y sostuvo que “las críticas, los prejuicios, las malas palabras listas para ser arrojadas” son señales de que “nadie es santo ni perfecto” y, aun así, se juzga sin piedad.

En ese sentido, hizo un llamado a la empatía y al reconocimiento de la propia fragilidad. “Queridos hermanos, es fácil juzgar a una persona por su apariencia, pero qué fácil es equivocarse. Somos solo humanos y además somos pecadores. Jesús no condena, Jesús da una oportunidad más pidiendo que no vuelvan a pecar más”.

Monseñor Dowlaszewicz instó a la comunidad a imitar el ejemplo de Jesús, especialmente cuando se trata de convivir con las debilidades de otros. “Nosotros como cristianos busquemos siempre lo que Jesús ofreció a esta mujer, su compasión y su comprensión. Estamos perdonados, pero ¿qué pasa con nuestro comportamiento hacia los demás? Cuántas veces, como esta mujer adúltera, muchas personas, instituciones —también de la Iglesia, el mismo Papa, obispos, sacerdotes, laicos comprometidos o catequistas— son presentados en medio de la plaza del mundo con la única intencionalidad de desgastar, de juzgar, de condenar o simplemente de hacer daño”.

Concluyó su mensaje recordando que nadie está exento de caer en el error y que cada persona tiene siempre la posibilidad de cambiar. “Estamos llamados a ser comprensivos, misericordiosos, cercanos con los demás. Querido hermano, antes de tirar una piedra, tenemos otra oportunidad de mejorar y cambiar nuestra vida, recordando que, como Jesús no nos condenó, tampoco tenemos derecho a condenar a otros”.