Sencillo y sin protocolos, Gabriel Boric recorrió las calles de La Paz como un turista más
Por las calles empedradas del centro paceño, entre puestos de artesanías, aromas de incienso y turistas con mochilas al hombro, Gabriel Boric caminó sin custodia, sin traje y sin la rigidez del protocolo. El presidente de Chile, con ropa casual —chamarra, jean oscuro y zapatillas—, se confundió entre la multitud como un viajero más, curioso y sereno. Pocos supieron que aquel joven de barba prolija que recorría la zona de San Francisco era, en realidad, un jefe de Estado.
