Madidi: Denuncian que el interés por la tierra y el oro promueven que avasalladores acosen a indígenas

La Comisión Pro Defensa de las Áreas Protegidas de Bolivia (COPDEAPBO) denunció que la existencia desde hace años del interés por la posesión de extensiones de tierra y la actual incursión de la minería aurífera ilegal en el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, promueven que se formen grupos de avasalladores que se apropian de terrenos a través de la fuerza y presionan a las comunidades indígenas para procurar desplazarlas de sus propios territorios titulados.
Según la COPDEAPBO, en la comunidad de Torewa, donde habita el pueblo Leco y donde fue asesinado el pasado 15 de febrero, Francisco Marupa (67) uno de los defensores del área protegida más biodiversa del planeta, los indígenas cuestionaron la pérdida de un líder que fue encontrado sin vida en un extremo de su propio platanal y no dejan de relacionar lo sucedido con el interés extractivo y económico de algunos patrocinados por promotores del extractivismo que devastan la eco región.
“Nos sentimos como en una familia y todos nos queremos, estamos unidos y si alguien está enfermo, todos podemos apoyarlo para su recuperación, por eso estamos mal por nuestro hermano Francisco que fue considerado un ejemplo para los jóvenes y la comunidad, por su inagotable lucha por el acceso al agua potable”, afirmó el ex cacique de Torewa, César Chávez.
El indígena leco asume que su comunidad de Torewa, que se ubica en la provincia Franz Tamayo del departamento de La Paz y que pertenece al Municipio de Apolo, “está en un lugar privilegiado al interior del Madidi, porque se puede trabajar las artesanías con diferentes materiales naturales y producir la agricultura, porque también plantamos plátano, sandía, papaya, tomate y otros productos”.
Territorio ancestral
Sin embargo, el pueblo leco que pretende consolidar su región que fue reconocida como Territorio Comunitario de Origen (TCO) Lecos de Apolo, también busca recuperar la identidad de su territorio ancestral. Una parte importante de la TCO, aproximadamente 348.000 hectáreas, se superponen con el Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi.
En 1997 la organización principal de la nación originaria denominada Central Indígena del Pueblo de Apolo (CIPLA) y que agrupa a 19 comunidades, presentó una “demanda territorial” al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) por 658.006 hectáreas (admitiéndose una superficie de 530.426 hectáreas). En 2006 la organización obtuvo la declaratoria de un área saneada y la titulación del polígono 1, el 2024 recién logró la consolidación del polígono 3 y aún está en proceso el polígono 2.
“En nuestro territorio ancestral, el rio Beni que baja desde Guanay, es más grande”, dijo el ex cacique Chávez y detalló que río arriba su ancho puede alcanzar unos 350 metros. El Beni (río) llega junto con arroyos, mientras que río abajo se forman lagunas. Pero todos sabemos que desde Mapiri están vertiendo mercurio en el cauce y ellos (los mineros) que tienen intereses económicos dicen que no están usando el metal pesado, pese a que existen estudios que evidencian lo contrario”, informó Chávez.
Avasallamientos arbitrarios
Para el Capitán Grande de la Central Indígena del Pueblo Leco de Apolo, Dionisio Gutiérrez “en el Madidi se están produciendo avasallamientos arbitrarios, amparados en esa maldita y genocida Ley de Minería sin reconocer nuestro territorio ancestral”. El dirigente de los Lecos reveló que desconocen cuáles son los sitios concesionados que ya cuentan con la cuadrícula minera, porque las comunidades se enteran después de años, cuando los operadores mineros intentan explotar el oro.
Respecto a la existencia de actividad minera al interior del Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Madidi, el Capitán Grande de los Lecos aseveró que nunca debería existir la minería aurífera, pero lamentó que cuenten con el “blindaje y protección del propio gobierno boliviano”.
La pasada gestión la Comisión Pro Defensa de las Áreas Protegidas de Bolivia (COPDEAPBO) denunció la existencia de 44 operaciones mineras auríferas, todas ilegales, que explotan oro principalmente en la cabecera y curso del río Tuichi, un gran afluente del río Beni.
En esa oportunidad se apuntó a la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM) para que inicie acciones legales contra los operadores mineros que afectan el área protegida por el daño al patrimonio natural del país y pueda desalojarlas con ayuda de la fuerza pública.
Los intereses por tierras también promovieron que Torewa, que forma parte de la TCO Lecos de Apolo, se divida. A principios del nuevo siglo el anuncio del proyecto hidroeléctrico Chepete - El Bala originó la división de la comunidad y surgió una comunidad denominada “Torewa Campesina” que contó con el respaldo de la Federación de Campesinos de Apolo para su establecimiento y consolidación a pesar de estar dentro del área titulada a favor del CIPLA y al interior del Madidi.
Gutiérrez al referirse al esclarecimiento del asesinato de Francisco Marupa, dijo que hasta la fecha no se tiene ninguna clase de avances en las investigaciones y que el caso se ha quedado estancado. “Para los pueblos indígenas no existe justicia, es como si nuestras vidas no valieran nada sólo porque somos indígenas de la amazonía boliviana”, añadió.
Lamentó que la Armada Boliviana tampoco quiera colaborarlos en la búsqueda del segundo Cacique de Torewa, Florencio García, de unos 40 años de edad, y que luego del vuelque de una canoa el pasado domingo nueve de marzo con la que trasladaba sus productos agrícolas, desapareció en el rio Beni cuando se dirigía a la feria dominical en Rurrenabaque.
“Los de la armada sólo responden que las corrientes son fuertes y que no pueden navegar”, informó Gutiérrez y reiteró que tampoco existe la ayuda necesaria para los Lecos, además de no contar en su comunidad con agua potable, tampoco con una posta sanitaria ni energía eléctrica. (Con información de COPDEAPBO)