Por: José Luis Aguirre Alvis - Comunicador social, periodista y docente universitario
Los ensayos pioneros de la transmisión radioeléctrica en el mundo se dieron con Nikolai Tesla en 1895, aunque posteriormente el reconocimiento del invento de la radio se atribuyó al bolognés Guillermo Marconi, ya que fue quien obtuviera la patente respectiva en 1904. La historia del surgimiento del nacimiento de la radio, tecnología de emisión y recepción de señales radioeléctricas, es un curso marcado de historias, controversias y diversos actores, así en este trayecto operativo se encuentran personalidades científicas que de uno y otro modo contribuyeron al alcance definitivo de este medio, figuran así, indiscutiblemente, el físico alemán Heinrich Hertz, y el físico escocés James Clerk.
Como se hizo referencia en esta misma columna, en ediciones previas, la radio como medio ya de difusión pública, y bajo un modelo comercial privado tuvo su florecimiento en los años 20 del siglo pasado, y fue así que en Bolivia tendría inició en 1929 con la experiencia paceña de Radio Nacional de Bolivia, conocida como La Broadcasting, y, por otro lado, Radio Chuquisaca instalada en la capital Sucre.
Hablar de los actores nacionales ligados a la radio invita a recorrer episodios y nombres que hasta resultan en pintorescos trazos anecdóticos. Como es el caso del primer llamado mediante periódicos en la ciudad de La Paz que el inicio de las emisiones de Radio Nacional debería acompañarse con la reunión de oyentes interesados en puntos públicos, El Prado, Plaza Central, etc, en los que se podía contar con los aparatos receptores, que, para el inicio, naturalmente eran más que escasos. La escucha fue y nació como un fenómeno de convocatoria colectiva, y así la secuencia de los primeros programas combinó el auditorio con la emisión de conciertos públicos que empezaron a formar la familia de escuchas que hoy sobrepasa en número cualquier previsión de aquella época.
Hablar de radio hoy en el siglo XXI, nos pide combinar trayecto y reconocimiento histórico con potencialidades de un medio que mantendrá su carácter democrático y democratizador de la palabra. Y Bolivia, tiene una rica y prolongada trayectoria de experiencias radiofónicas que fuera del clásico molde de la emisión informativa supieron articular acciones educativas, de evangelización, de movilización política y de expresión de los sectores populares e indígenas como hoy se presenta la oferta radiofónica del país.
Casos en la zona andina como Radio Méndez Agricultura, con su propuesta de visión de desarrollo; Radio Illimani, como referente de la misma nacionalidad al emitir señales más allá de las fronteras; Radio Aspiazu, Radio El Cóndor, Radio Continental, y Radio Progreso como experiencias de propiedad de sectores de trabajadores y obreros, y las clásicas radios mineras surgidas en 1947, y que asumirían un protagonismo político marcan los pasos más claros de la identidad de la radiofonía boliviana.
Y junto a ellas, y en un recuento no exhaustivo, aparecen las emisoras de corte eclesial, pero con un compromiso educativo y de fe, como Radio San Gabriel, fundada en 1958, con el objetivo de educar mediante sus ondas a la población rural del área andina aimara del país; Radio Pío XII, Radio ACLO, Radio Santa Cruz, y las emisoras que completaron el circuito de arcángeles como son Radio San Miguel, en Riberalta, Beni, y Radio San Rafael en la ciudad de Cochabamba.
El medio radiofónico a pesar de haber sido propio de una generación en la que sobre todo no existía la televisión permanece y con sus renovadas propuestas, ya que este medio ha sabido sortear limitaciones con la creatividad de formatos y contenidos además de demostrar su carácter plural en formas de propiedad variadas. En Bolivia existe radio comercial privada, radio estatal gubernamental, radio comunitaria e indígena, radio educativa y de servicio, radio en lenguas nativas y bilingües, así como radios de gran y corto alcance además de estar en distintas frecuencias hoy en mayoría en la frecuencia modulada.
Hablar de radio también supone resaltar nombres de actores importantes del micrófono así como artífices de los mismos proyectos radiofónicos, entre los que puede referirse a Raúl Salmón de La Barra, los hermanos Costas Salmón, familia Ibañez, Carlos Palenque Avilés, el P. José Canut, el P. José Gramount de Moragas, P. Eduardo Pérez Iribarne, y voces como Nilda La Faye, Mario Castro, Mario La Faye, Wálter Peña, Augusto Peña Vargas. Y entre las voces en lenguas nativas Donato Ayma Rojas, Emiliana Rojas, entre tantos otros reporteros radiofónicos en lenguas nativas. A ellas se suma el carácter educativo del radio representado de modo indiscutible por la Asociación de Educación Radiofónica de Bolivia, ERBOL, creada en 1967.
Resulta importante poner en relieve el papel de voces, productores y empresarios y gestores del medio radiofónico porque el 13 de febrero es el Día Mundial de la Radio, como una forma de reconocimiento de las Naciones Unidas al papel importantísimo que cumple este medio sobre todo en materia de llegada y acceso a las grandes mayorías nacionales en el mundo.
Proclamado en 2011 por los Estados Miembros de la UNESCO y adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2012 se establece como Día Mundial de la Radio, el 13 de febrero.
La radio según esta proclamación es un medio poderoso para celebrar la humanidad en toda su diversidad y constituye una plataforma para el discurso democrático. En el plano mundial, la radio sigue siendo el medio de mayor consumo. Esta capacidad única de llegar a la más amplia audiencia significa que la radio puede dar forma a la experiencia de diversidad de una sociedad, erigirse como un escenario para que todas las voces se expresen, estén representadas y sean escuchadas. Las emisoras de radio deben servir a comunidades diversas, ofreciendo una amplia variedad de programas, puntos de vista y contenidos, y reflejar la diversidad de audiencias en sus organizaciones y operaciones. En 2021, se celebra entonces el décimo aniversario de este evento y los más de 110 años de la radio. Salud por el medio que si tiene una virtud es la de ser el habla del pueblo.