Por Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

En Sucre, donde las mujeres son el pilar fundamental de los cuidados y la vida doméstica, un reciente estudio respalda la realidad contundente de la abrumadora sobrecarga laboral que enfrentan. Un trabajo incansable de 39 horas semanales, destinado a sostener el entramado vital de la sociedad, ha desencadenado una situación crítica que exige atención y acción inmediatas.

"Esta es una realidad que se repite con seguridad en Bolivia", remarcó Martha Noya, directora del Centro Juana Azurduy y responsable de la investigación titulada "¿Por qué las mujeres se sienten cansadas?"

LA DOBLE Y TRIPLE JORNADA DE TRABAJO: LA CARGA INVISIBLE DE LAS MUJERES

Un estudio exhaustivo basado en 500 encuestas a hombres y mujeres mayores de 18 años ha evidenciado la realidad que enfrentan las mujeres sucrenses. Desde el amanecer hasta el descanso, las mujeres se ven inmersas en una doble y triple jornada laboral que incluye desde la preparación de alimentos hasta el cuidado de personas mayores y con discapacidad.

Aunque las mujeres dedican 39 horas semanales a estas responsabilidades, los hombres declaran trabajar solo 14 horas en tareas domésticas. Esta disparidad no solo revela la desigualdad en la distribución de responsabilidades, sino que también contribuye al agotamiento físico y emocional de las mujeres.

DESEMPLEO Y BRECHA SALARIAL: LA REALIDAD INJUSTA

El Instituto Nacional de Estadística destaca otra dimensión de la desigualdad de género en Sucre. Las mujeres enfrentan el doble de tasas de desempleo que los hombres, con un 7,5% frente al 3,9%. Además, persiste la brecha salarial, ya que las mujeres ganan significativamente menos que los hombres por el mismo trabajo y horarios.

La pregunta es evidente: ¿Por qué las mujeres están agotadas? Además de la carga laboral en el hogar, muchas de ellas se ven obligadas a trabajar a medio tiempo fuera de casa, agravando aún más su carga laboral.

HOMENAJES QUE NO ALIVIAN: LA NECESIDAD DE ACCIONES CONCRETAS

Aunque la sociedad rinde homenaje a la abnegación y dedicación de las mujeres, estos gestos no resuelven la raíz del problema. Martha Noya destaca la urgencia de la corresponsabilidad por parte de los hombres y el Estado.

"No se trata de sobrecargar a los hombres, sino de lograr una corresponsabilidad real", afirma Noya. Propone soluciones concretas, como mejorar la calidad y cantidad de centros infantiles, establecer centros geriátricos más eficientes y políticas de atención para personas con discapacidad.

La investigación de Noya subraya la urgencia de abordar la antigua y persistente sobrecarga laboral de las mujeres. Solo mediante medidas tangibles y cambios estructurales podemos aliviar la carga que pesa sobre las mujeres sucrenses y bolivianas, avanzando hacia una sociedad más justa e igualitaria.