Tras deteriorar 15 bloques líticos de Tiwanaku, pastor evangélico alega que fue por un ‘acto religioso’
Por Edwin Conde Villarreal
Tiwanaku.- En el Complejo Monumental Arqueológico de Tiwanaku expertos extraen y limpian con un proceso químico el aceite de oliva con el que fueron salpicados 15 bloques líticos milenarios, por cinco turistas nacionales que según sus creencias religiosas “ungían y consagraban” en el sitio nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO.
Según el Centro de Investigaciones Arqueológicas, Antropológicas y Administración de Tiwanaku (CIAAAT), las afectaciones incluyen el sillar al ingreso del complejo, cinco pilares de la pirámide de Akapana, varios sillares en el templo de Kantatallita, dos pilares y dos peldaños de Kalasasaya, la parte posterior de la Puerta del Sol, y los monolitos Fraile y Ponce que fueron manchados con una mayor cantidad del líquido aceitoso.
El pastor evangélico Juan Jaimes de la iglesia Nuevo Amanecer, que es uno de los imputados, afirmó que “fue invitado por dios para ungir en Tiwanaku” junto con cuatro creyentes mujeres y que “utilizó aceite de oliva para el acto religioso que es profético”.
El pasado 24 de febrero a horas 10:00 aproximadamente, cinco turistas nacionales (cuatro mujeres y un varón) provenientes de la ciudad de Santa Cruz, fueron sorprendidos “echando aceite” sobre los monumentos arqueológicos con más de 1.500 años de antigüedad.
Dos días después se informaba del daño al patrimonio cultural en el Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, donde se detallaba que solo tres monumentos: la Puerta del Sol, los monolitos Fraile y Ponce, estaban afectados, sin embargo más de una quincena de bloques líticos entre sillares, pilares y esculturas estaban salpicados y manchados con aceite.
“Vinimos a orar (el 24 de febrero) como cristianos, consagramos y ungimos porque cada quien tiene la libertad de culto, ahora nos acusan de daño calificado al Estado y de tantas otras cosas, pero no hicimos ningún deterioro, no rompimos nada”, aseveró el religioso, antes del inicio de la inspección técnica ocular del Ministerio Público del pasado martes.
En relación del líquido que se vertió sobre los bloques líticos milenarios, el pastor Jaimes explicó que “el aceite de oliva, le da brillo a la piedra y más vida a Tiwanaku” y que “fueron ordenados por dios” para orar por la pandemia en un acto de creencia y fe, por lo que espera que “el hecho se resuelva de la mejor manera”.
Justificó que “el ungir es un acto religioso antiguo, un pacto que viene desde el génesis y es profético, nosotros profesamos la fe, al igual que mucha gente en el mundo realiza la ch’alla”.
Los cinco turistas fueron denunciados y tienen un proceso por daños al patrimonio cultural del Estado Plurinacional de Bolivia como establece el Código Penal y la Ley 530 de Patrimonio Cultural. Sin embargo, se conoció que durante la inspección en el complejo arqueológico de Tiwanaku, los imputados no realizaron ninguna declaración.
El CIAAAT que fue creado el 2011, está conformado por el Ministerio de Culturas, Descolonización y Despatriarcalización, el Gobierno Autónomo Departamental de La Paz, la Alcaldía de Tiwanaku, el Consejo de Ayllus y Comunidades Originarias de Tiwanaku (CACOT) y un representante de los tres Centros Poblados de Tiwanaku. La entidad descentralizada que es una de las demandantes, tiene la responsabilidad de la gestión, administración, protección, conservación, preservación, mantenimiento, medición, resguardo, repatriación, refacción, restauración, seguimiento e investigación del Sitio Arqueológico y de los museos regionales de Tiwanaku, además de su promoción, exhibición y difusión.
El monolito o estela Ponce fue tallado en roca andesita y es la representación antropomorfa de un líder tiwanacota, es la escultura más afectada, porque presenta varias manchas de color oscuro en su parte frontal desde su base hasta su pectoral.
El monolito Fraile, la única escultura en la región tiwanacota que tiene en su cinturón ventral la iconografía zoomorfa de cangrejos marinos, fue manchado también desde su base hasta sus manos ubicadas a la altura de su pectoral y que sostienen un keru o vaso ceremonial y un bastón de mando.
La Puerta del Sol, la escultura más representativa de la cultura Tiwanaku y tallada en una sola piedra con más de 20 toneladas de peso, fue afectada sólo en su parte posterior donde no existe una importante iconografía esculpida.
Al interior de la roca
Según los expertos del CIAAAT, después de realizar pruebas en rocas similares a las que fueron salpicadas con aceite de oliva, determinaron que el líquido ingresó en los cuerpos líticos milenarios a una profundidad aproximada de 0,5 cm a 1,5 cm y que actualmente intervienen para extraerlo.
Explicaron que esta clase de piedras, en su mayoría andesita, tienen una estructura lítica que se asemeja a una esponja y que retienen en su interior el aceite. En la intervención se utilizan productos químicos neutros que no causen ni generen otras reacciones en las piedras.
Conforme aumenta la temperatura el aceite se dilata y por tanto su densidad disminuye, esto provoca que se pueda mover con mayor facilidad sobre la superficie donde se encuentre, lo que genera a la vez, que la mancha crezca, “si no se reacciona de manera oportuna”, explicaron los expertos.
El director del CIAAAT, Gonzalo Choque, informó que, la conservación es inmediata por la prevención y protección del patrimonio arqueológico y las acciones asumidas, están fundamentadas en los protocolos internacionales establecidos por la UNESCO.
Inspección judicial
“No se han vulnerado las garantías constitucionales de las partes y se ha podido determinar que efectivamente existen manchas en varias piezas arqueológicas desde piedras, pilares, monumentos y principales monolitos”, aseveró el fiscal de Guaqui, Manuel Saavedra, al final de la diligencia judicial en Tiwanaku, que se extendió por más de tres horas.
Dijo que, el acto (del 16 de marzo) se realizó acorde a las formalidades de ley y se cumplió con la notificación de todos los sujetos procesales con la asistencia de imputados, demandantes y testigos.
Inconformidad de pobladores
El presidente de la Federación de Juntas Vecinales (FEJUVE) de Tiwanaku, Roberto Calle que estaba junto con una veintena de pobladores indicó que “esperábamos que nos expliquen e informen, pero no nos dijeron algo específico sobre el daño al patrimonio arqueológico por parte de los cinco imputados cruceños”.
“Cómo puede ocurrir que los turistas dañen los monumentos milenarios, por eso estamos muy dolidos y molestos, mientras nosotros cuidamos el patrimonio los turistas van a venir a atentar, por eso pedimos justicia”, lamentó Calle notoriamente enfadado.
Después de la inspección técnica ocular, le corresponde el Ministerio Público (en el lapso de seis meses) continuar con otros actos investigativos y las pericias correspondientes a las piezas arqueológicas para determinar el daño en el Complejo Arqueológico de Tiwanaku. (CienciaBolivia)