El jefe nacional del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), Luis Eduardo Siles, planteó este domingo la necesidad de aplicar una segunda capitalización para rehabilitar el sector de los hidrocarburos y evitar el descalabro económico ante la falta inversiones para encontrar nuevas reservas de gas que pueden tener consecuencias parecidas a los tiempos de la UDP.

Dijo que por razones de miseria política satanizaron el término de la capitalización y hoy en día, los economistas más entendidos en la materia, señalan que, si Bolivia logra generar una inversión similar a la capitalización para nuevos hidrocarburos, no solo habría dinero para que circule en la economía, sino también la posibilidad de encontrar nuevas reservas de gas.

Manifestó que esto también pasa por tener una nueva Ley de Hidrocarburos y una nueva Ley de Inversiones, porque el gobierno en su “visión egoísta” solo él quiere invertir en empresas estatales que trabajan en quiebra y en medio de la corrupción.

Indicó que es urgente una política de transparencia, mejorar la justicia y garantizar seguridad jurídica a los inversionistas extranjeros, porque caso contrario nadie vendrá a invertir al país, a no ser que vengan inversores de dinero sucio que no les interesa perder porque solo vienen a blanquear su dinero en Bolivia.

Siles afirmó que para esto se necesita que el presidente Luis Arce aprenda del coraje político de Víctor Paz Estenssoro para darse cuenta que el modelo económico que había pregonado ya estaba agotado y asumió medidas correctivas en 1985.

Afirmó que el modelo económico de Evo Morales y Luis Arce ha llegado al colapso total y esto se refleja en la desaceleración de la economía desde el 2015, producto del déficit fiscal, del alto endeudamiento externo, excesivo gasto en importaciones, cero inversiones privadas nacionales ni extranjeras en el sector de hidrocarburos y esto se puede comprobar porque no hay reservas de gas, no hay divisas ni empleo para los jóvenes bolivianos.

Citando al economista Henry Oporto, manifestó que esta situación incierta es producto del capital corrosivo proveniente del narcotráfico, del contrabando, de la corrupción y de los negociados con Venezuela, que han ido en desmedro del capital constructivo, lo cual está llevando a destruir la moral de los bolivianos que están perdiendo las normas de integridad y la transparencia.  

Considera que este problema se puede solucionar incentivando la inversión extranjera y aumentando la producción de alimentos no solo en Santa Cruz, sino en todo el país a fin de cubrir la escasez mundial de alimentos, pero se necesita un mínimo de credibilidad, seguridad jurídica y también bajar el gasto público, reduciendo el número de 500.000 funcionarios públicos.

En su criterio, se podía copiar la revolución exportadora de Chile basada en las inversiones extranjeras que han convertido a ese país en los Estados Unidos de Latinoamérica a donde los pobres quieren ir a vivir en busca de mejorar sus condiciones de vida.

Durante muchos años se ha estado advirtiendo que la política económica del gobierno estaba sustentada en el precio alto de las materias primas, que no podía seguir sosteniéndose un modelo que tiene 500 mil empleados públicos y que tarde o temprano eso le costaría muy caro a los bolivianos y al parecer esto está llegando, comentó.