El ministro de Medio Ambiente y Aguas, Alan Lisperguer, informó este domingo que, de acuerdo a datos corroborados por información satelital, se tiene 4,6 millones de hectáreas de bosque y una superficie de 2,3 millones de pastizales afectados por los incendios.

La autoridad dio esos datos para refutar los datos de la Fundación Tierra en sentido que habría 10 millones de hectáreas ya consumidas con la previsión de que suba a 11 y 12 millones de hectáreas para fines de octubre que sería el doble del incendio de 2019. Observa que esa fundación asume acciones políticas y lo hace coincidentemente en épocas electorales, asumiendo un discurso de falso ambientalistas.

El ministro dijo que cuando hicieron la medición de los incendios 2024, se verificó un mayor porcentaje de superficie en áreas de pastizales y esto era debido a que muchos productores han empezado a quemar principalmente en Santa Cruz con fines de pastoreo.

Indicó que de acuerdo a las investigaciones que realizan todos los días, existen también organizaciones o grupos bien organizados para poder realizar estas quemas principalmente con la finalidad de traficar las tierras.

En declaraciones al canal estatal, manifestó que existe la intencionalidad muy dudosa con fines de desgaste al gobierno y de aprovechar la situación con el incendio a viviendas que son casuchas construidas de material muy combustible.

Considera que la intención es hacer aparecer solicitudes de viviendas sociales echas con material de construcción, que es lo que viene trabajando el gobierno nacional.

La autoridad dijo que también se ha observado la presencia de incendios en comunidades y luego aparecieron demandas de atención humanitaria, pero en comunidades donde no existían incendios y al no recibir ayuda, aparecieron incendios para luego pedir apoyo de atención humanitaria.

“Yo creo que eso también va a ser parte de la investigación que va a realizar la Policía, todas las instancias que tienen que realizar, porque no se puede tampoco aprovechar esta situación para poder generar un beneficio, para poder realizar actividades ilícitas como el tráfico de tierras, o incluso intencionalidades con el fin de desgastar a un gobierno.