“LA PEQUEÑA IGLESIA”
Título: 

Iglesia Católica exhorta a matrimonios a vivir una vida de comunión con ternura y amor fiel

Monseñor Sergio Gualberti, arzobispo de Santa Cruz. Foto/ASC

El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti exhortó este domingo a los matrimonios a vivir una vida en comunión con ternura y amor fiel, porque el matrimonio no sólo es signo de la alianza con Dios sino un signo eficaz del amor de Cristo por la Iglesia.

Dijo que en la vida conyugal los esposos se santifican, viviendo la vida de comunión con ternura y formando la familia, la pequeña Iglesia, núcleo de la comunidad eclesial y base fundamental de la sociedad.

Manifestó que hoy Jesús nos habla del divorcio, un problema siempre muy actual y crucial que afecta directamente a la vida de las personas y la familia y que causa muchos sufrimientos a la pareja y sobre todo a los hijos.

“Este mal rompe no solo el matrimonio y la íntima comunión de vida y de amor de la familia, sino que debilita también a los vínculos sociales”, indicó durante su homilía dominical.

Precisó que en el matrimonio ambos esposos gozan de igualdad en la grandeza, dignidad y derechos, y están llamados a complementarse, enriquecerse y realizarse mutuamente.

Gualberti sostuvo que la indisolubilidad o fidelidad para toda la vida entre esposo y esposa, es parte intrínseca del matrimonio, es un “don” de Dios para el bien ambos y no un “yugo” insoportable.

Aclaró que el divorcio no es contemplado en el plan originario de Dios sobre el matrimonio y nada ni nadie, ni siquiera la Iglesia, pueden modificarlo.

La visión del matrimonio cristiano es exigente y siempre ha encontrado dificultades en ponerse en práctica, por la infidelidad, el machismo y la incompatibilidad de caracteres entre otras causas, comentó.

Indicó que estos a estos peligros, se añaden hoy ataques de corrientes ideologizadas que, bajo el pretexto de la modernidad, la libertad individual y el relativismo moral, hieren la propia naturaleza y los fundamentos humanos del matrimonio y de la familia, comentó.

“Los matrimonios están llamados a dar testimonio de la belleza de este sacramento, salvaguardando, no solo la unión entre varón y mujer, sino la familia y la misma sociedad”, dijo el prelado al cuestionar la imposición de leyes que equiparan uniones de personas del mismo sexo con el matrimonio y que reconocen la ideología de género.