DÍA DEL NIÑO
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Tigo: Del control a la educación, la clave para que los niños naveguen seguros en internet

A propósito del Día de la Niñez, Tigo Bolivia a través de su programa de responsabilidad corporativa “Conéctate Segur@”, planteó un cambio de paradigma: pasar del control parental a una educación digital consciente, emocional y relacional. La propuesta se dirige a comunidades educativas, organizaciones sociales, padres de familia, docentes y estudiantes, con talleres y actividades que promueven un uso creativo, responsable y humano del internet. 

“Desde Tigo, creemos que los desafíos digitales no se resuelven solo con tecnología, sino con educación y conciencia. Por eso promovemos programas como Conéctate Segur@, que buscan fortalecer los vínculos familiares y escolares desde la empatía, el movimiento y la regulación emocional”, explica María Laura Mendoza, Gerente de Comunicación Institucional y ESG de Tigo.

¿Por qué educación en lugar de control?

El acceso ilimitado a internet, la sobreexposición en redes sociales, los videojuegos en línea y la desinformación son solo algunas de las preocupaciones que enfrentan madres y padres hoy en día. Sin embargo, vigilar o restringir no basta. Como señala Diego Pérez, facilitador del programa. 

“Muchos padres creen que al instalar filtros o revisar dispositivos tienen el control. Pero los niños siempre encuentran la manera de evadirlos. El verdadero cambio ocurre cuando nos conectamos con su mundo emocional, entendemos sus necesidades y construimos una relación basada en la confianza y el diálogo”. 

Los riesgos de una educación digital deficiente son profundos: acoso, adicción, ansiedad, explotación e incluso pérdida del sentido de identidad y autoestima. Pero también hay una dimensión más sutil y extendida: la desconexión emocional, el aislamiento y la presión por cumplir con estándares irreales que se difunden en redes sociales. En ese sentido, Maria Laura Mendoza reflexiona: 

“El uso que los niños hacen a la tecnología está directamente relacionado con su desarrollo emocional. Si queremos que usen internet con criterio y seguridad, debemos ayudarles a conocerse, autorregularse y decidir conscientemente”. Y lanza un desafío: “¿Tú como adulto, referencia de tu hijo, estás orgulloso y crees que el uso que le das a la tecnología a tu disposición es la más adecuada y equilibrada?”

Además de la coherencia entre lo que los adultos predican y practican en el uso de la tecnología, una de las mejores herramientas es cultivar vínculos basados en el respeto, la confianza y el amor incondicional. 

“Una relación sana y cercana con los hijos no solo previene riesgos, sino que les da la seguridad de saber que, ante cualquier dificultad en el mundo digital, pueden acudir a sus padres sin miedo ni juicios”

Conéctate Segur@ promueve fortalecer el entorno familiar desde tres pilares fundamentales como base para una convivencia digital más equilibrada.

Tres pilares para una educación digital integral

-Movimiento: fomentar actividades físicas y mentales que contrarresten la rigidez generada por el uso excesivo de pantallas.

-Perspectiva: desarrollar la empatía, la escucha activa y la capacidad de aceptar y valorar otras miradas.

-Regulación emocional: trabajar emociones como la frustración, la ansiedad, la tristeza y el miedo, que muchas veces se esconden detrás de comportamientos digitales compulsivos o peligrosos.

“La tecnología no es el problema, es una herramienta. La clave está en cómo nos relacionamos con ella y con nosotros mismos”, afirma Mendoza. “Por eso queremos invitar a más instituciones educativas, padres y organizaciones a sumarse a esta conversación y llevar estos talleres a sus comunidades”.

En el Día del Niño Boliviano, Tigo invita a familias, docentes y líderes comunitarios a reflexionar, conversar y formarse juntos sobre el mundo digital. Las redes sociales y la tecnología no deben ser un motivo de miedo, sino una oportunidad para educar, conectar y crecer como personas.

“Estamos ante una posibilidad histórica: tenemos acceso a información ilimitada, pero necesitamos herramientas emocionales y éticas para gestionarla. Solo así podremos acompañar a nuestras hijas e hijos en su desarrollo digital, sin caer en el miedo ni en el control excesivo, sino desde la confianza, la coherencia y el amor”, destaca finalmente Mendoza.