Cuidemos los bosques para proteger la vida: una campaña ante los incendios y otras prácticas
Fueron arrasadas 7 millones de hectáreas en los incendios que devastaron los bosques y sabanas de la Chiquitanía además de porciones de la Amazonía, el Pantanal y el Chaco de Bolivia el pasado año, recuerda Pamela Cartagena, directora del Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA).
Desde mediados de este 2020, nuevamente los incendios están causando daños en reservas naturales y siguen amenazando a las áreas protegidas y sus poblaciones en derredor, tal como es el caso de la Reserva Copaibo en la Chiquitanía norte además del Parque Nacional Otuquis, situado entre la Chiquitanía sudeste y el Chaco, en los últimos días.
Hasta esta semana se ha reportado una quema del 10% del Bosque Pantanero, más de 19 mil hectáreas compartidas principalmente entre Bolivia, Brasil y Paraguay mostró al mediodía de este martes el reporte de un medio internacional reflejado en PAT.
Por ello, el CIPCA en alianza con las instituciones integrantes del Foro Andino Amazónico de Desarrollo Rural decidió lanzar la “Campaña Cuidemos los Bosques para proteger la Vida”.
Cartagena, confirmó que la campaña será lanzada este lunes y comprende la información y la sensibilización de los beneficios de los bosques a través de medios de comunicación tanto tradicionales –radio y televisión- a través de entrevistas y en redes sociales a través de videos, infografías y otros recursos.
La activista detalló que la segunda fase de la campaña se va a concentrar bien en difundir y sensibilizar sobre los impactos de los incendios forestales, no solo a los actores acostumbrados al relacionamiento con los bosques sino también a otros que no conocen todos los servicios que puede prestar un bosque a la humanidad.
La Campaña Cuidemos los Bosques para proteger la Vida “se enmarca en el Foro Andino Amazónico de desarrollo rural, que es una plataforma de instituciones que abordan la problemática del modelo de desarrollo y los impactos que está teniendo”, explicó Cartagena.
Señaló que el mencionado foro está conformado por CIPCA, el IPDRS, la Fundación Tierra, el CIDES-UMSA, la Fundación ACLO, además de un conjunto de instituciones de países como Perú, Ecuador y Brasil.
“Se trata de espacios para la discusión de modelos alternativos y para la denuncia sobre todo en la región andino amazónica”, subrayó.
La campaña surge tras un ciclo de conversatorios (webinarios) a partir de mayo donde se ha reflexionado cómo impactan los modelos de producción, el desarrollo de los incendios forestales en tierras bajas, cómo repercute el cambio del uso del suelo que se esté dando en las tierras bajas, incluidas las reformas al PLUS (Plan de Uso de Suelo) de los departamentos tanto de Beni como de Pando.
Recalcó que han surgido datos bien importantes para difundir, sensibilizar a la sociedad y para llamar la atención de los tomadores de decisiones respecto a las políticas públicas y los bosques.
“Los bosques son más de la mitad del territorio, 52% son bosques y eso es muy importante”, enfatizó Cartagena en entrevista con la revista informativa La Mañana en Directo de la Red ERBOL.
Recordó que los bosques prestan otros servicios y lamentó que muchas personas solo los ven como fuente de madera. Entre los principales beneficios tenemos la captura de carbono, la generación de lluvias que llegan hasta los Andes, el aporte decisivo a las lagunas, ríos, humedales y otros cuerpos de agua que nutren los suelos y de donde también obtenemos alimentos como el pescado.
En ese marco ponderó igualmente que es primordial “difundir y socializar algunos modelos alternativos, sobre todo los que plantean el uso sostenible de los bosques como la gestión integral de bosques, la recolección de frutos en la Amazonía o la producción forestal no maderable”. Puntualizó que algunas de estos modelos provienen de experiencias concretas de las instituciones que forman parte del foro y que asimismo trabajan en el terreno con los pueblos indígenas de dichas zonas.
“Consideramos nosotros desde el Foro Andino amazónico que hay opciones, que hay posibilidad de parar esta expansión del agronegocio porque independientemente que se generen recursos económicos, el costo ambiental es muy alto”, reflexionó.