Mediante conferencia de prensa, el árbitro Sergio Pérez pidió justicia ante los actos de racismo por parte del club Blooming, de los cuales fue víctima en la semifinal de la Copa Bolivia Sub-20, aseguró que hasta el momento continua sufriendo hostigamientos, incluso fue amenazado de muerte. 

“Estamos en la lucha por esto, queremos que se haga justicia, queremos que las personas cumplan con las sanciones correspondientes que la ley nos pide, ustedes saben que era una semifinal de vuelta de la Copa Bolivia sub-20 donde mi persona estaba dirigiendo ese partido, nada justifica los actos de racismo y me siento molesto, me siento triste por las cosas que ha pasado con la gente de Blooming, me amenazaron de muerte, me dijeron que cuide a mi familia y eso duele porque todos somos seres humanos”, dijo Pérez. 

La justicia ordinaria espera que la Federación Boliviana de Futbol pueda actuar, primeramente, pues se tiene considerado que existen leyes en el país que podrían caer sobre los involucrados que vertieron mencionados actos deplorables en contra del árbitro.