COCHABAMBA
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Defensa de policía acusado de ‘motín’ denuncia que se inició otro proceso al oficial tras declaraciones que hizo ante medios

El juicio contra Vargas está postergado. Foto: Los Tiempos.

El capitán José Gabriel Vargas, uno de los acusados en el caso “motín”, tiene en su contra un nuevo proceso disciplinario dentro de la Policía, después de haber realizado declaraciones la semana pasada ante medios de comunicación denunciando presuntas irregularidades en su procesamiento, informó su abogado Patricio Vargas.

“Lamentablemente el capitán Gabriel Vargas está siendo víctima de persecución, porque concluida la audiencia de juicio oral, él hizo afirmaciones que son reales, pero lamentablemente esto ha servido para el día de hoy se le informe que se le está iniciando otro proceso disciplinario por haber brindado esas informaciones, vale decir, denunciar que está siendo víctima de una persecución”, manifestó el abogado en entrevista con ERBOL.

El pasado viernes, el capitán Vargas denunció en Cochabamba que se estaba “fabricando” pruebas en su contra en el caso “motín” y que existe una presión política para “volarle la cabeza”. Dijo que no tiene miedo al proceso porque lo considera injusto.

Para sustentar las afirmaciones, su abogado explicó que se está acusando al capitán en base a un CD que contiene imágenes que serían de 2020, sin embargo, reveló que no se le ha rechazado la proposición de pericias para determinar si las grabaciones son manipuladas.

Asimismo observó que se haya llamado a audiencia de juicio, pasando por alto que en instancia de amparo se había establecido la suspensión del proceso. Si bien el juicio fue postergado hasta el 27 de julio, también rechazó que se haya establecido una fecha como si ya se supiera cuál será el resultado del recurso en la vía constitucional.

Mencionó que también se les ha negado una copa del CD de pruebas y el acceso a los medios de comunicación al juicio.

Al igual que su defendido, el abogado negó que en 2019 haya existido un motín. Señaló que entonces había una orden de repliegue frente a la situación convulsionada y que, cuando los efectivos estaban encuartelados en Cochabamba, manifestaron su algarabía cuando se conoció del cambio del entonces comandante departamental Raúl Grandi a quien se vinculaba con grupos del Chapare.