El director técnico de la selección boliviana, Óscar Villegas, ofreció una valoración detallada sobre los próximos rivales que el país enfrentará en el repechaje rumbo al Mundial. El estratega remarcó que, pese a la percepción general del hincha, Surinam e Irak representan desafíos de alta exigencia futbolística y física, por lo que Bolivia deberá preparar un plan de juego preciso y sin márgenes de error para avanzar.

Villegas se detuvo en Surinam, primer adversario del repechaje, aclarando que su nivel suele subestimarse desde el desconocimiento. “Uno habla de Surinam y pareciera que existe muy poco en el ámbito futbolístico, pero la realidad es que tiene la mayoría de sus jugadores en la liga holandesa, además de futbolistas en Turquía, Alemania, España e Italia”, explicó. Añadió que, por ese motivo, Bolivia no puede “mirar de ninguna manera como algo fácil” este duelo, señalando que será “muy duro y difícil”.

El técnico también recalcó que Surinam estuvo muy cerca de clasificar de forma directa a la Copa del Mundo, un dato que considera clave para contextualizar el nivel del rival. “Es una selección que, ganando su último partido, podía ir directo al Mundial… tuvo un traspié, pero ha tenido partidos muy importantes con Centroamérica”, subrayó, insistiendo en que se trata de un equipo fuerte físicamente y con jugadores habituados a competir en ligas de alto ritmo.

Pensando en la posible llave posterior frente a Irak, Villegas remarcó que Bolivia debe llegar con máxima concentración y un funcionamiento sólido. Aunque la prioridad inmediata es superar a Surinam, el entrenador sostuvo que ambos compromisos exigirán al plantel “un rendimiento internacional”, pues cada detalle puede definir la clasificación. Bajo ese enfoque, afirmó que el trabajo previo se centrará en ajustar conceptos tácticos, consolidar la identidad del equipo y preparar al grupo para dos partidos que marcarán el futuro del fútbol boliviano.