‘Aquí no hay ninguna crisis’: Arce defiende el modelo económico y la subvención
El presidente Luis Arce negó este jueves las versiones de que habría crisis económica en Bolivia. Destacó los indicadores que ponen al país entre los mejores desempeños de la región y defendió la subvención a los hidrocarburos y el modelo económico para superar las adversidades del contexto internacional con miras a una industrialización con sustitución de importaciones.
“Aquí no hay ninguna crisis económica. Aquí estamos creciendo con baja inflación, con empleo, con redistribución del ingreso, con industrialización, con inversión pública”, afirmó el mandatario.
Aseguró que el modelo económico social comunitario productivo está muy consolidado y más vigente que nunca. Recordó que tiene dos fases, una redistributiva del ingreso y la segunda que apunta hacia la industrialización.
Arce explicó que el modelo es generación de ingresos a través de la producción de materias primas, pero no puede quedarse ahí, sino debe existir esa parte industrializadora, que acelere los ingresos y la creación de empleos.
“Estamos yendo en el camino correcto”, aseveró el mandatario.
Advirtió que se está queriendo generar una crisis económica desde la opinión pública, pero ello no ocurre en la realidad económica.
Resaltó que Bolivia está entre las tres economías de mayor crecimiento de la región y supera las previsiones de organismos internacionales, además de que su tasa de desempleo llegó al 3,6%, con intenciones de reducirla aún más.
“No estamos mal. Podemos estar mejor sin duda alguna y en eso estamos trabajando. Como ustedes pueden ver cuándo nos comparamos esa tasa de desempleo que ustedes acaban de ver con respecto a la región, somos el país con la menor tasa de desempleo en la región”, destacó.
En cuanto a la inflación, dijo que el gobierno nacional está haciendo enormes esfuerzos por controlarla en un contexto de presión inflacionaria mundial.
“La inflación acumulada al mes de noviembre de este año es 1,48%. Somos una de las economías con más baja inflación”, afirmó el mandatario a tiempo de destacar que se enfrenta la presión inflacionaria con medidas como una mayor producción de alimentadas.
Negó también que el Estado se esté “súperendeudando” como afirman analistas. Señaló más bien que se ha reducido el porcentaje de endeudamiento respecto al Producto Interno Bruto de 33% a 29%, en comparación a cifras registradas en 2020.
Ajustar la economía por el camino difícil
El presidente Arce recalcó que sería fácil ajustar la economía por el lado de los precios, pero eso generaría un impacto negativo a los más humildes, por lo cual el Gobierno ha optado por ajustar por el lado de la producción, que es lo más difícil, pero apunta a un cambio estructural con industrialización.
“Lo que nosotros estamos haciendo para mejorar las cifras del déficit del sector público, las cifras de la deuda externa, las cifras generales de toda la economía. Es corregir estructuralmente la producción en la economía nacional, por eso está la industrialización que es un cambio estructural en la economía nacional, por eso está todas las inversiones que estamos haciendo apuntando hacia el sector agropecuario”, detalló.
Enfatizó que en agricultura, se pretende sustituir la importación de productos que se pueden producir en Bolivia.
En cuanto a los hidrocarburos, si bien hubo una caída en la producción desde 2014, Arce manifestó que el sector no ha muerto y que se están haciendo los esfuerzos para que vuelva a ser un motor de la economía, con proyectos de exploración, sin embargo los resultados se verán de tres a cinco años.
De todas maneras, explicó que la intención es generar una economía de base ancha, que no sólo dependa de un producto, sino también con iniciativas como la industrialización del sector agropecuario.
Subvención para cuidar el bolsillo
Arce señaló que algunas voces hablan fácil de levantar la subvención a los combustibles que se importan, pero sin tomar en cuenta el impacto social que tendría esa medida en los más pobres.
Explicó que el sector agropecuario funciona con diesel y, levantar la subvención, generaría el incremento de los costos de los alimentos, afectando el bolsillo de la gente.
“Es muy fácil hacer el ajuste de la economía por los precios, es muy fácil, pero no se mide las consecuencias de esas políticas. Y justamente aquel que se cree defender a los más pobres tiene en la subvención el mejor de las herramientas para proteger el bolsillo de este sector que siempre es el más afectado”, dijo el mandatario.
Recalcó que el Gobierno trata de ajustar este aspecto no por los precios, sino por el incremento de producción.
En ese marco, resaltó los proyectos para que Bolivia produzca su propio combustible, a través del biodiesel. Anunció que se inaugurará una planta de biodiesel en Santa Cruz y una segunda estará en El Alto, además de también el país tendrá una tercera planta y más grande de HVO.
En un contexto internacional donde las guerras ha generado el incremento en los carburantes, el mandatario dijo que tiene que “aguantar” esta situación hasta que empiecen a producir las plantas de biodiésel de Bolivia, lo cual ocurrirá a principios del próximo año.