MÁS DE 30 EXPOSITORES
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INTI promueve Congreso sobre Medicina del Dolor que se desarrolla en Santa Cruz

El pasado 17 de octubre se conmemoró el Día Mundial del Dolor con la intención de encontrar alternativas que alivien el sufrimiento de aquellas personas que viven con enfermedades y patologías que causan dolor. Para generar conciencia sobre el tema, Droguería INTI y sus líneas B.Braun, Inti Éticos y Pharmandina apoyan y promueven el Congreso del Dolor 2023 que se desarrolla del 26 al 28 de octubre en Santa Cruz.

Para el evento se prevé reunir a más de 30 expositores nacionales e internacionales y un centenar de trabajadores del sector de salud.

En este contexto, se celebra también el 25 aniversario de la primera Unidad del Dolor de Bolivia, creada en el Hospital Obrero de La Paz. Esta unidad dio origen a la Medicina del Dolor en Bolivia, una especialidad médica que previene, diagnostica y trata el dolor de cualquier origen y tipo, mediante técnicas farmacológicas, intervencionistas y multidisciplinarias.

El doctor Marco Narváez, presidente de la Asociación Boliviana del Dolor, dirige esta unidad que es un modelo nacional e internacional en el campo y que ha atraído la atención de médicos de otros países que quieren aprender del trabajo del hospital.

Tres formas para controlar la fibromialgia

Con este motivo, INTI también ha difundido recomendaciones para enfrentar la fibromialgia.

Un 2,10% y un 4.5% de la población mundial padece de esta condición. La fibromialgia una enfermedad crónica caracterizada por el dolor de todo el cuerpo, fatiga, trastornos del sueño, además, se ha relacionado la enfermedad con la presencia de estrés emocional significativo.

De acuerdo con un artículo publicado en la Revista Sanitaria de Investigación (RSI), la Fibromialgia, palabra que significa “dolor musculoesquelético”, puede expresarse con síntomas en cinco categorías: sensoriales con el entumecimiento de miembros superiores e inferiores; motores como la rigidez y menor capacidad de realizar actividad física; vegetativos como los mareos, la inestabilidad y la hipersudoración; cognitivos como el problema de sueño y afectación de la memoria a corto plazo y afectivos con alteraciones del estado de ánimo del paciente.

“El diagnóstico es complejo, se necesita usualmente de varios profesionales de la salud para poder obtenerlo. Los análisis y otras pruebas complementarias no son imprescindibles para realizar el diagnóstico, pero son útiles para descartar la presencia de otras enfermedades que provocan síntomas similares a la Fibromialgia. Dado que no existe una prueba específica que nos permita diagnosticar, los pacientes son valorados por los principales síntomas y otras afecciones”, explica la revista.

De acuerdo con la escala de dolor de McGill (McGill PainScale), la Fibromialgia tiene una calificación de 30 sobre 50 por debajo de dolores como el parto, la amputación de un dedo y el cólico renal y por encima de la migraña, artritis, dolor dental, esguince, por mencionar algunos. La Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP) define al dolor como “una experiencia sensitiva y emocional desagradable, asociada a una lesión tisular (tejidos) real o potencial”.

Según la Orientación Técnica de Abordaje de la Fibromialgia se recomienda al menos tres formas para controlar la enfermedad:

1. Tratamiento e intervención psicológica conductiva:

La fibromialgia no es una enfermedad solamente del músculo, pero tampoco es una enfermedad psiquiátrica, puesto que un 40% de los pacientes no tienen depresión ni otros síntomas psíquicos y en los pacientes que tienen depresión ha de ser considerada como una consecuencia de su fibromialgia y no su causa. La terapia cognitivo-conductual, protocolizada y en grupo, puede ayudar a mitigar los problemas emocionales y mejorar, disminuyendo los pensamientos adversos y mejorando su percepción de autoeficacia. Esta terapia engloba distintas técnicas para que el paciente sea capaz de regular sus respuestas emocionales, fisiológicas y cognitivas. Es un tipo de terapia que combina aceptación y colaboración junto con herramientas psicológicas para que el paciente logre una mejora en sí mismo a nivel mental.

2. Intervención fisioterapéutica y kinesiológica:

Esta modalidad de tratamiento varía en función decada paciente. Clínicamente los aspectos son el dolor, la disfunción tisular (tejidos) y la discapacidad secundaria al dolor.Es importante la relajación del paciente; cualquier procedimiento guiado por un profesional ayuda, pero lo más habitual es el ejercicio aeróbico o la natación, entre otros. La práctica de este ejercicio tiene que resultar satisfactoria y que permita al paciente desconectar del círculo vicioso que es el dolor. Se debe hacer hincapié en que cada enfermo de fibromialgia es diferente, por lo que cada tipo de ejercicio debe ser estudiado para él.No hace falta realizar ejercicios sofisticados. Andar a buen paso, trotar, pedalear, nadar, bailar o caminar por el campo.

3. Intervención farmacológica y clínica:

El tratamiento farmacológico de la fibromialgia está dirigido a mejorar la calidad del sueño y a reducir el dolor. Para el tratamiento de la fibromialgia se prescriben una gran variedad de analgésicos y antiinflamatorios, así como medicamentos como la pregabalina para aliviar el dolor neuropático. Existen enfermos que precisan de otros tratamientos como la administración local de un anestésico o una mezcla de anestésico y corticoide en los puntos dolorosos, fisioterapia, ejercicios, calor o masajes. Se ha de tener en cuenta las reacciones adversas y efectos secundarios de las terapias utilizadas en pacientes con Fibromialgia para poder combinarlas entre ellas;es necesario estudiarlas y deben existir pruebas rigurosas que demuestren y justifiquen su uso como farmacoterapia combinada.