La Iglesia Católica exhortó a los bolivianos a superar divisiones y resentimientos para ingresar a la reconciliación que permita construir una Bolivia nueva, en paz y sin recaer en el reparto de pegas ni caudillismos políticos.

El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, invocó este domingo a la Virgen María para que continúe ayudando a la pacificación del país, luego de haber vivido un clima de crispación, inseguridad y temor.

“El camino a recorrer es largo, seamos vigilantes ante la tentación, siempre al acecho de recaer, en las prácticas trasnochadas y caducas del caudillismo, de los sistemas autoritarios, de las divisiones, de los favores e intereses particulares, del reparto de pegas y de la sed del poder por el poder”, dijo durante su homilía desde Santa Cruz.

Dijo que este es el momento de escuchar al pueblo que mira al futuro con esperanza, que pide que construyamos juntos una Bolivia nueva y en paz, respetando a toda persona y a sus derechos sin discriminación alguna y cuidando a la madre tierra.

Sostuvo que la Virgen María ha logrado sanar las heridas de miles de familias que sufrieron el incendio en la Chiquitania y luego ha serenado al país, evitando una tragedia de proporciones incalculables.

Monseñor Gualberti expresó su agradecimiento a la Virgen por escuchar siempre al pueblo boliviano con sus pobres y humildes oraciones en momentos difíciles.