TERMINÓ EL EVENTO
Título: 

Voluntad política y construcción incluyente de una agenda común: las conclusiones del Seminario de la Vicepresidencia y NNUU

Choquehuanca y Sottoli en la conclusión del evento. Foto cortesía.

El Seminario Internacional de Experiencias para el Reencuentro, organizado por la Vicepresidencia del Estado y el Sistema de Naciones Unidas en Bolivia, terminó este martes con el planteamiento de tres líneas de conclusiones para alentar el diálogo, la voluntad política y la construcción incluyente de una agenda común.

El evento, que inició el martes 22 de junio, contó con la participación de expertos internacionales y nacionales quienes expusieron sus vivencias en diferentes procesos de conflicto y diálogo, así como personalidades como la Premio Nóbel de la Paz, Rigoberta Menchú. 

“Estas dos jornadas nos han permitido aprender de experiencias internacionales y nacionales. Hemos recogido ideas, sugerencias y fundamentalmente se ha iniciado esta conversación sobre las condiciones necesarias para construir un espacio de reencuentro en el país”, manifestó la Coordinadora Residente del Sistema de las Naciones Unidas en Bolivia, Susana Sottoli.

La funcionaria internacional señaló que en la primera línea de estos diálogos debe estar la juventud, las mujeres, las poblaciones que normalmente no tienen voz. 

“Esta es la idea de este proceso. Queremos abrir el espacio para amplificar voces que están un poco cansadas del conflicto y la polarización y que tienen mucho que aportar al futuro de Bolivia”, acotó.

El vicepresidente David Choquehuanca destacó que desde Bolivia podemos mostrar que es posible construir la unidad

“Es bueno ir más allá de la democracia, más allá de las mayorías y minorías. Porque en democracia existe la palabra someter, las minorías se someten a las mayorías y someter al prójimo no es vivir bien, como no trabajar, como robar, someter al prójimo no es vivir bien”, reflexionó.

Las tres líneas de conclusiones 

Voluntad política, fundamental para el diálogo. Se destacó que es fundamental el rol del gobierno y las organizaciones de la sociedad civil para propiciar un diálogo más allá de las diferencias. “La voluntad política es esencial para la construcción de espacios de diálogo. Debemos tomar conciencia que el reencuentro no es sólo un evento, sino un proceso sostenido en el tiempo, que exige el compromiso decidido de las y los líderes”, concluyó una de las mesas de trabajo. 

Una agenda inclusiva y participativa.  Los grupos de trabajo destacaron la importancia de abrir mecanismos de encuentro participativos que reflejen la diversidad del país, y formular una agenda de trabajo enfocada en desafíos comunes, como la lucha contra la discriminación, las desigualdades y la erradicación de las violencias.  Como señala uno de los puntos conclusivos, “el reto es evitar la monopolización del debate en espacios políticos”.

Promover un ambiente propicio para el reencuentro. A lo largo del Seminario también se reflexionó sobre la importancia de establecer un contexto favorable para el diálogo, desactivando los discursos polarizantes, y dar más espacio a las voces que buscan construir y alcanzar equilibrios.  “Es importante entender que nuestros problemas son profundos y que trabajar estos temas exige primero, desactivar la sensación de amenaza para habilitar nuestras voces”, concluyó una de las mesas de trabajo.