El Ministerio de Salud advierte: es urgente volver a exigir el certificado de vacunas en inscripciones escolares

Iván Ramos - Periodismo que Cuenta
El Ministerio de Salud y Deportes de Bolivia advirtió este viernes sobre la urgente necesidad de que las unidades educativas exijan nuevamente el certificado de vacunación al momento de inscribir a los niños y niñas en los cursos de nivel inicial, como un filtro esencial para proteger la salud infantil y evitar el rebrote de enfermedades que el país ya había logrado controlar.
Claudia Carrizales, portavoz del Programa Ampliado de Inmunización (PAI), recordó que la normativa nacional vigente, respaldada por la Ley 3300 de Vacunación Universal y Gratuita, obliga al Estado y a la ciudadanía a garantizar la vacunación infantil y la presentación de este documento al iniciar la etapa escolar.
“Es urgente que el sistema educativo vuelva a exigir el certificado de vacunación del esquema completo. Este requisito no es un capricho, es una herramienta clave para proteger a la niñez y evitar el retorno de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis o la tosferina, que ya habíamos erradicado”, señaló Carrizales.
La funcionaria explicó que, en los últimos años, este requerimiento fue flexibilizado debido a presiones judiciales de grupos antivacunas, que promovieron campañas de desinformación durante y después de la pandemia, generando temor y rechazo hacia las vacunas. “Estas campañas han debilitado la confianza de la población y han provocado un descenso peligroso en las coberturas de vacunación”, advirtió.
BOLIVIA, LIBRE PERO AMENAZADA
Bolivia fue certificada en 2023 como un país libre de sarampión y poliomielitis. Sin embargo, el contexto regional es preocupante. “Tenemos brotes activos de sarampión en países vecinos, y si bajamos la guardia, la enfermedad puede volver a ingresar”, alertó Carrizales.
Actualmente, el esquema nacional de vacunación incluye 14 vacunas que protegen contra 24 enfermedades, entre ellas la influenza, el COVID-19, la tosferina, la hepatitis B y el virus del papiloma humano (VPH).
El PAI ejecuta un plan de monitoreo con brigadas móviles que visitan barrios, comunidades y establecimientos educativos para verificar el estado vacunal de los niños menores de cinco años. Si detectan a menores sin las dosis requeridas, las brigadas proceden de inmediato a la inmunización, pero además reportan la situación para fortalecer las estrategias locales y evitar la pérdida de puntos en los indicadores de cobertura.
VACUNAR ES UN ACTO DE AMOR Y RESPONSABILIDAD SOCIAL
La portavoz del PAI subrayó que la vacunación no solo protege a los niños y niñas, sino también a las personas mayores y pacientes vulnerables con enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión o cáncer. “La vacunación es un derecho, pero también un deber colectivo. Cuando vacunamos a un niño, estamos protegiendo a toda la comunidad”, enfatizó.
Uno de los desafíos actuales es elevar la cobertura de la vacuna contra el VPH, incluida en el esquema desde 2024 para niñas y niños. Esta dosis es clave para prevenir el cáncer cérvico uterino, una enfermedad que cobra la vida de tres a cuatro mujeres por día en Bolivia y deja a cientos de niños en la orfandad.
“El movimiento antivacunas ha hecho un daño enorme, no solo con la vacuna contra el COVID-19, sino al esquema regular. Vacunar es un gesto de amor, de compromiso y de protección hacia los más indefensos”, remarcó Carrizales.
El Ministerio de Salud llamó a padres y madres de familia a exigir en sus unidades educativas el cumplimiento de la normativa y pidió al sistema educativo restituir la obligatoriedad del certificado de vacunación al momento de la inscripción escolar, para garantizar un entorno seguro y saludable para toda la niñez boliviana.