ANTE EL FORO DE LA COP8
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Choquehuanca afirma que el mal desarrollo del norte ha causado el desequilibrio planetario

Vicepresidente David Choquehuanca. Foto/VPEP

Durante su intervención en la 28° Conferencia de Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28), el vicepresidente David Choquehuanca de Bolivia destacó la responsabilidad del "mal desarrollo del norte" en el desequilibrio planetario. En un discurso ante líderes mundiales, Choquehuanca afirmó que los pueblos originarios representan la esperanza para preservar la Madre Tierra frente a las crisis generadas por la civilización occidental neocolonial, capitalista, imperialista y patriarcal.

En la plenaria de la COP28, el vicepresidente señaló que el "mal desarrollo del norte" ha causado desequilibrios planetarios, destacando los sabotajes contra la vida, como el hackeo de la información genética de la Madre Tierra y la sustitución de la inteligencia natural por la inteligencia artificial. Criticó la creación de la doctrina del cambio climático como una forma de imponer paradigmas occidentales y capitalistas como leyes universales.

Choquehuanca atribuyó el desequilibrio mundial a la trilogía del "colonialismo, patriarcado y capitalismo", impulsada por la continua dependencia y empobrecimiento del sur global. Expresó su rechazo a la guerra y genocidios, señalando la contradicción de los países ricos del norte que argumentan falta de recursos mientras destinan grandes sumas a la industria militar y genocidios en regiones como Ucrania y Palestina.

Desde Dubái, convocó a los pueblos originarios del mundo para desenmascarar las mentiras y revelar la verdad, haciendo un llamado a defender la cultura de la vida y la Madre Tierra. Pidió a los indígenas despertar el potencial de sus sabidurías ancestrales para contrarrestar la polarización del norte global y abogó por reparar y sanar la complementariedad entre los pueblos y todas las manifestaciones de vida.

La intervención de Choquehuanca en la COP28 destaca la urgencia de reconocer la interconexión entre el desarrollo desequilibrado, la preservación de la Madre Tierra y la resistencia a paradigmas occidentales. Su llamado a los pueblos originarios del mundo resuena como una voz para desafiar las narrativas dominantes y abogar por un retorno al camino de la verdad, complementariedad, armonía y paz.