SE ULTIMAN LOS DETALLES
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La Capilla Sixtina ya se encuentra preparada para el Cónclave que elegirá al nuevo Papa

Preparativos en la Capilla Sixtina para el cónclave 2025. Foto: Vatican Media

Para la elección del 267º Sucesor de San Pedro, la Capilla Sixtina ya fue acondicionada para recibir a los 130 cardenales electores quienes se encargarán de elegir al nuevo Papa que sucederá al fallecido Francisco.   

Mientras se ultiman los detalles de organización logística en Roma, los fieles católicos y el mundo aguardan expectantes uno de los momentos más solemnes, misteriosos y trascendentales de la Iglesia católica, según una publicación de Vatican News.

El acondicionamiento de la Capilla y la preparación de los alojamientos para los más de 130 cardenales electores implican la participación de más de 60 trabajadores, entre personal interno y apoyo externo: carpinteros, electricistas, montadores, técnicos de climatización, herreros, floristas y personal de limpieza.

La labor incluye desde la instalación de la icónica estufa para las fumatas hasta el sellado de los accesos al perímetro del Cónclave, pasando por la adecuación de más de 200 habitaciones en edificios como la Domus Sanctae Marthae y la antigua Casa Marta.

En tan solo una semana, los técnicos desactivaron los sensores instalados para la conservación de los frescos, construyeron un suelo técnico elevado que nivela el pavimento cosmatesco original y montaron las mesas y sillas ceremoniales, todas cuidadosamente revestidas con telas de la Florería vaticana. A la vez, se realizó una revisión completa de los sistemas eléctricos y de climatización, tanto en la Sixtina como en los alojamientos.

Durante el Cónclave, permanecerán dentro del perímetro sellado al menos 12 personas (electricistas, climatizadores y floristas), quienes han prestado juramento de confidencialidad y trabajarán sin contacto exterior. Se trata de un equipo mixto de veteranos que participaron en anteriores Cónclaves y de técnicos jóvenes que reciben el testigo de esta tradición única.

La liturgia del Cónclave

Todo estará listo este 7 de mayo, cuando se inicie la Misa Pro eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro. Al concluir, los cardenales ingresarán en procesión a la Capilla Sixtina. Una vez pronunciado el solemne "Extra omnes" (es decir, "Todos fuera") comenzará oficialmente el Cónclave.

Las votaciones se desarrollarán en turnos de mañana y tarde, bajo estrictas normas de secreto. Se requerirá una mayoría de dos tercios para que la elección sea válida, según lo estipulado en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis de Juan Pablo II, y actualizada por Benedicto XVI.

Cuando se alcance el consenso, se procederá a la clásica quema de las papeletas. Si la elección es válida, el humo blanco anunciará al mundo que hay un nuevo Papa. Detrás de este símbolo está también la precisión técnica: un operario permanecerá junto a la estufa, en una sala adyacente, preparado para intervenir en caso de fallos, con acceso remoto al sistema de emisión de humo, que hoy se gestiona electrónicamente.

Un momento culminante: la aceptación y la presentación

Tras la aceptación del elegido y su respuesta sobre el nombre pontificio, el nuevo Papa se retirará a la "sala de las lágrimas" para revestirse por primera vez con la sotana blanca. Allí, en la intimidad, muchos Pontífices han derramado lágrimas al asumir el peso espiritual de su misión.

Minutos después, ante una Plaza de San Pedro expectante, el cardenal protodiácono, Dominique Mamberti, pronunciará el histórico Habemus Papam. Y el nuevo Pontífice impartirá su primera bendición Urbi et Orbi, es decir, de la ciudad de Roma al mundo.