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Cacique mayor tras fallo del TCP que reconoce territorio ancestral al pueblo Tsimane: ‘Interculturales no respetan justicia y buscan despojarnos’

AGENCIA DE NOTICIAS AMBIENTALES

Tras el fallo del Tribunal Constitucional Plurinacional a favor del pueblo indígena Tsimane del sector Yacuma en Beni, al que le dieron la razón sobre el derecho a tierras y territorios que ocuparon ancestralmente y que anula al menos 19 resoluciones administrativas que permitieron el asentamiento de comunidades interculturales, el cacique mayor Rosendo Moreno Mate, denuncia acoso y amenazas permanentes de colonizadores para despojarlos y desplazarlos.

“Nosotros hemos sufrido bastantes años, más de 30 años que hemos sufrido el avasallamiento de nuestros territorios que se agravado con la carretera troncal de, Trinidad, San Borja, Yucumo, Rurrenbaque. Cuando abren la carretera troncal recién vienen los colonizadores que ahora se hacen llamar interculturales, cuando no había caminos no estaban”, afirma Rosendo Moreno Mate, Cacique Mayor del sector Yakuma en entrevista con ANA.

El líder indígena de los Tsimanes del Yacuma, quien se hizo presente en el V Encuentro Integración de las Resistencias aglutinadas en la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap) realizado en la población de Rurrenabaque, denuncia que tras la sentencia 0935/2024-S3, este pueblo amazónico ancestral ha sufrido acoso, amenazas de parte de los interculturales que pretenden condenarlos al etnocidio; es decir, al desplazamiento de su territorio y la muerte de su cultura.

“Hay amenazas, acoso, atropellaron a una mujer indígena y la dejaron tirada en el piso (…). Ellos vinieron a las comunidades, hicieron sus colonias, se fueron a hacer los trámites ante el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) y nosotros como no hemos estudiado no sabíamos cómo hacer eso y qué hacer y en solo cuatro meses ya lograron la titulación sobre el área de mosaicos”, explica.

A un inicio las comunidades interculturales ingresaron a ocupar mosaicos en primera, segunda y tercera franja llegando a los mosaicos de Sécure y Rurrenabaque –señala el indígena- para luego penetraron directamente hasta Yucumo donde las comunidades Tsimanes ya no tienen sus casas sobre el camino, prácticamente han sido desplazadas.

“Nosotros no nos dábamos cuenta de lo que iba pasando, las colonias (de los interculturales) han ido de avanzando y avanzando afectando nuestro territorio ancestral. ¿Hasta dónde vamos a llegar nosotros vamos a quedar sin territorio”, afirma con clara indignación.

El cacique recuerda que de niño sus padres y abuelos enseñaron a las comunidades sus zonas sagradas de rituales, cementerios, así como de caza y pesca porque siempre vivieron en armonía con el bosque y lo que este les provee.

“Nosotros sobrevivimos en el monte nunca conocíamos el azúcar, endulzábamos con miel de abeja, por donde el río siempre vivían los hermanos indígenas pero ya no tenemos acceso, como nativos tenemos nuestros sitios sagrados como nuestros cementerios (…). Lindo hubiese sido que hubiéramos estudiado para hacer subsanar nuestro territorio, pero no teníamos ni documentos de carnetización, por ese motivo los hermanos interculturales se aprovechan de eso, hacen asentamientos ilegales” sostiene.
 

Los territorios indígenas del pueblo Tsimane, comprende de acuerdo a un estudio de Fundación Tierra, al Territorio Indígenas del Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) al Territorio Indígena Multiétnico (TIM), Territorio Indígena del Gran Consejo Tsimane (TIHC), el Consejo Regional Tsimane Mosete de Pilón Lajas y el Sub Consejo Tsimane del sector Yacuma (Ya´cama).

 

La lucha por recuperar su territorio ancestral viene de muchos años, el líder indígena recuerda que cuando tenía 28 años empezó a investigar cómo otros departamentos perdieron su bosque por asentamientos humanos, por la producción mecanizada y otros factores y fue el año 2011 la misionera carmelita Gladys Montesinos se encargó de capacitar a las comunidades en sus derechos. “Fue ella, la hermana, la que nos alentó a presentar denuncias y ellos (los interculturales) nos decían: nosotros tenemos plata para pagar al Estado para revocar directamente los asentamiento de los pueblos indígenas”.

A la demanda ancestral se sumaron el trabajo de organizaciones no gubernamentales (ONG), centros de estudios, la academia y medios de comunicación que amplificaron la problemática del pueblo Tsimane. El cacique mayor también destaca el acompañamiento del Ministerio de Justicia.

“Nuestro territorio contempla más de 54.000 hectáreas, 14 comunidades y más o menos 1.500 habitantes”, puntualiza.

El fallo constitucional ordena también la aplicación de medidas precautorias y la cesación de autorización de desmonte otorgada por la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT).

El fallo judicial también determina que el INRA otorgó las tierras, ocupadas por los tsimane, de forma irregular, al margen del debido proceso y en contradicción con la normativa que protege a pueblos indígenas en situación de alta vulnerabilidad. Además, señala que esta institución permitió que este pueblo sufra avasallamiento, despojo, expulsión y deforestación que destruye su habitad donde se encontraba en posesión pacífica.

Ruth Alípaz, lideresa indígena uchupiamona y vocera de la Contiocap destacó la participación del pueblo Tsimán en el encuentro donde se reunieron más 40 resistencias indígenas campesinas y originarias de tierras altas, bajas, Valles, Chaco y Chiquitanía para respaldarse mutuamente y ratificar la defensa de los Derechos Humanos y territoriales.

Contó con el apoyo del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib) a través de expertos expositores en temas relacionados a DDHH y extractivismo.