Una madre relata su lucha contra la discriminación a niños con síndrome de Tourette
Iván Ramos - Periodismo que Cuenta
La psicóloga clínica, Pamela Aguirre Cabrera, ha lanzado una campaña en Bolivia con el propósito de aumentar la conciencia y la comprensión sobre el síndrome de Tourette.
A pesar de que solo se ha registrado oficialmente un caso en el país, Aguirre sospecha que existe un número considerable de personas afectadas por este síndrome que no han sido diagnosticadas ni registradas debido a la falta de conocimiento sobre el protocolo administrativo por parte de las familias.
Como madre de un hijo de 11 años que es el primer caso registrado en Bolivia, Aguirre entiende los desafíos que enfrentan los niños que padecen este síndrome y, por ello, busca establecer grupos de capacitación y diálogo para abordar el acoso y el bullying que sufren.
Según la activista, es lamentablemente común que los niños afectados sean objeto de discriminación constante por parte de sus compañeros de clase, profesores y miembros de la comunidad debido a los tics motores o vocales repentinos, breves e intermitentes que experimentan.
Uno de los problemas principales destacados por Aguirre es la confusión existente entre el síndrome de Tourette y otras condiciones como el autismo o la epilepsia. Esta falta de comprensión agrava la discriminación y el estigma que enfrentan los niños afectados por el síndrome.
En su llamado a la acción, la psicóloga insta a los profesores, familias, estudiantes y a la comunidad en general a capacitarse sobre el síndrome de Tourette. Aguirre enfatiza que, aunque actualmente no hay una cura para esta condición, el cambio real debe producirse en la sociedad en su conjunto para que estos niños sean aceptados, apoyados y respetados.
El síndrome de Gilles de la Tourette se caracteriza por la presencia de movimientos repetitivos o sonidos indeseados conocidos como tics, que son difíciles de controlar.
Estos tics pueden manifestarse a través de parpadeos, encogimiento de hombros, emisión de sonidos extraños o palabras ofensivas. Por lo general, los tics comienzan a aparecer entre los 2 y los 15 años de edad, con un promedio de inicio alrededor de los 6 años. Además, los hombres tienen una mayor probabilidad de desarrollar este síndrome en comparación con las mujeres.
Aunque no hay una cura para el síndrome de Gilles de la Tourette, existen tratamientos disponibles. Sin embargo, muchas personas que lo padecen no requieren tratamiento, ya que los síntomas no les resultan molestos. Por lo general, los tics tienden a disminuir o controlarse después de los diez años de edad.
La campaña liderada por Pamela Aguirre busca generar un mayor conocimiento y comprensión sobre el síndrome de Tourette, promoviendo la inclusión y el respeto hacia las personas que lo padecen. A través de estas acciones, se espera construir una sociedad más empática y solidaria con aquellos que viven con esta condición neurológica.