No importa la lluvia ni el mal tiempo, familias llenan de alegría y color el Corso Infantil en La Paz
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La ciudad de La Paz vivió una jornada llena de color y entusiasmo con el tradicional Corso Infantil, una de las actividades más esperadas del Carnaval. Más de 300 niños, acompañados por sus familias, desfilaron con ingeniosos disfraces en un recorrido que comenzó en la Plaza Mayor de San Francisco y concluyó en la Plaza del Estudiante.
Uno de los aspectos más destacados del evento fue la activa participación de padres y madres, quienes compartieron la alegría con sus hijos. Jóvenes familias lograron renovar el espíritu del corso al sumarse con atuendos coordinados, como el caso del pequeño Gadiel Antonio y sus padres, quienes, vestidos de piratas, se convirtieron en uno de los atractivos del desfile.
El secretario municipal de Culturas, Américo Gemio, informó que la Alcaldía implementó un plan de seguridad en coordinación con la Policía Boliviana, la Defensoría del Pueblo y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, para garantizar el bienestar de los participantes.
Además, enfatizó que no se permitirá el consumo de bebidas alcohólicas y que los disfraces deben cumplir con medidas de seguridad, como una correcta ventilación en las máscaras y vestimenta adecuada.
Gemio también resaltó la creatividad y el esfuerzo de los padres en la confección de los disfraces. “No es necesario que vengan en grandes grupos. Los niños pueden participar junto a sus papás con total normalidad”, indicó. Como parte del incentivo, se ha dispuesto un fondo concursable que premiará a los ocho mejores disfraces del evento.
El Corso Infantil reafirmó su importancia como un espacio de diversión y expresión cultural para la niñez paceña, enmarcado en un ambiente seguro y familiar.