EXPERIENCIAS SUCRE
Título: 

Las madres que crían solas a sus hijos: la maternidad impuesta y la carga invisible

Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

"Si no eres madre, tienes un rol incompleto". Esa es una de las frases que se repiten en la investigación realizada por 35 mujeres del Distrito 3 de Sucre, quienes decidieron analizar su propia realidad. La maternidad, según sus hallazgos, no es una elección completamente libre, sino una imposición social heredada.

El estudio, titulado “La Rebelión de las Madres”, expone que seis de cada diez mujeres crían a sus hijos en soledad, haciéndose cargo de su alimentación, salud, educación y acompañamiento en tareas escolares sin apoyo significativo de sus parejas o familiares.

"Nos dicen que somos las responsables de nuestros hijos, pero nadie ve todo lo que eso implica. Criamos solas, trabajamos solas y, si reclamamos, nos llaman conflictivas", relata Natalia, una de las investigadoras del estudio, madre de dos niños y trabajadora informal.

INVESTIGACIÓN LIDERADA POR MUJERES
La investigación fue impulsada por el Centro Juana Azurduy, que facilitó técnicas de investigación y financió el proceso, pero fueron las propias mujeres quienes organizaron los grupos focales, sistematizaron los datos y extrajeron conclusiones.

"Se trata de una acción participativa. Las mujeres identificaron sus problemas y propusieron soluciones", explica Martha Noya, directora del centro.

MATERNIDADES EN SOLEDAD Y VIOLENCIA OBSTÉTRICA
El estudio también señala la violencia obstétrica como una forma de violencia de género, denunciando el maltrato que muchas mujeres reciben en los servicios de salud. Testimonios recogidos revelan frases humillantes como "Si te gustó abrir las piernas, ahora aguántate" o "Gritas como cabra", lo que aumenta el miedo y la angustia de las embarazadas.

"Cuando tuve a mi hija, me trataron como si fuera culpable de estar allí. No me explicaron nada y me sentí vulnerable todo el tiempo", cuenta Ana, madre soltera de 27 años.

SUEÑOS POSTERGADOS: LA RENUNCIA OBLIGADA
El estudio también revela cómo la maternidad impuesta obliga a muchas mujeres a abandonar sus proyectos personales y profesionales. Severina, una de las participantes, cuenta cómo su sueño de estudiar quedó truncado: "Quería terminar el colegio, hacer algo más, pero vino un hijo, otro y otro más. Ahí quedó todo. Después ya no era mi vida, era la de ellos".

Como Severina, muchas mujeres postergan sus aspiraciones académicas y laborales porque la crianza se convierte en una responsabilidad exclusiva, sin posibilidad de conciliación.

MADRES SOLAS Y LA DURA REALIDAD DE LA DISCAPACIDAD
La situación es aún más alarmante para las madres de niños con discapacidad. El estudio expone que, en la mayoría de los casos, los padres abandonan a sus parejas cuando se enfrentan a este reto.

"Cuando el doctor dijo que mi hijo tenía parálisis cerebral, su papá desapareció. Nunca más volvió. Dijo que no podía con eso", relata Teresa, quien cría sola a su hijo de seis años.

El informe subraya que estas madres no solo enfrentan el abandono de sus parejas, sino también la falta de apoyo del Estado y la sociedad, quedando en una situación de doble vulnerabilidad.

LA CARGA INVISIBLE: DOBLE JORNADA LABORAL
Un segundo estudio del Centro Juana Azurduy, enfocado en el uso del tiempo, reveló que las mujeres dedican en promedio 46 horas semanales al trabajo doméstico y de cuidado, además de sus jornadas laborales fuera de casa en empleos formales o informales. En contraste, los hombres destinan apenas 14 horas a estas tareas.

"Nos dicen que seamos independientes, pero también nos imponen la carga total de la crianza y el hogar. Si un hombre ayuda, lo ven como un héroe, pero si una mujer se queja, es mala madre", lamenta Patricia, una de las investigadoras.

Este hallazgo refuerza que la equidad de género aún es un desafío pendiente. La carga del cuidado no está distribuida equitativamente y las políticas públicas no responden a esta realidad.

PROPUESTAS DE TRANSFORMACIÓN
El estudio concluye con una serie de propuestas para lograr maternidades más justas, entre ellas:
•    Fomentar la corresponsabilidad en la crianza desde la educación.
•    Sensibilizar al personal de salud sobre la violencia obstétrica.
•    Ampliar el permiso de paternidad a 15 días para que los hombres también se hagan cargo del cuidado de los hijos en el postparto.
•    Crear centros infantiles comunitarios en cada barrio.
•    Garantizar la inclusión educativa para niños y niñas con discapacidad.

La investigación será presentada ante instituciones municipales, gubernamentales y universidades para impulsar políticas que permitan una mayor equidad en la crianza y el trabajo doméstico. "No queremos que la maternidad sea una carga impuesta, sino una elección con derechos y oportunidades equitativas", concluyen las autoras del estudio.