La Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación (CBDE), en un encuentro nacional realizado en diciembre de 2021 con la participación de más de 60 instituciones, identificó seis problemáticas en el ámbito de la educación inclusiva para personas con discapacidad y demandas para que el Estado mejore esa situación.

Las conclusiones fueron emanadas del Encuentro Nacional de Movilización Social “Educación en contexto de pandemia y post-pandemia en Bolivia” realizado en el marco de la Semana de Acción Mundial por la Educación- SAME 2021, donde se reunieron representantes de organizaciones y activistas en mesas temáticas de educación. 

La primera problemática identificada señala que padres de hijas o hijos con discapacidad tienen que recurrir y contratar un maestro integrador para que sus hijos estén en una escuela o colegio, lo cual implica un gasto económico. 

La CBDE planteó que este gasto debería ser, de acuerdo a la norma, financiado por el Estado. Entonces, se observa que esta situación es una forma de privatización que impide el acceso a la educación y el cumplimiento de este derecho. 

La segunda problemática consiste en que no hay una optimización del tiempo para el apoyo inclusivo, ante lo cual se propuso incrementar u optimizar el tiempo por maestro para que este pueda dar el apoyo inclusivo en modalidad indirecta.

En tercer lugar, se advirtió que la infraestructura actual es inadecuada para las personas con discapacidad, como la falta de rampas. También, se requiere contar con apoyos tecnológicos y técnicos, por ejemplo, los bucles auditivos, el subtitulado para personas con hipoacusia, el apoyo tecnológico a las personas con discapacidad intelectual, etc. 

La CBDE señala que las unidades educativas tampoco cuentan con apoyos técnicos, por ejemplo, los audífonos, implantes cocleares, los vibradores óseos, en caso de personas con discapacidad auditiva, lupas en eventos tecnológicos para la amplificación de letras para personas con baja visión; el apoyo psicológico, psicopedagógico para personas con discapacidad intelectual y psíquica, etc.

La cuarta problemática es que existe una gran brecha tecnológica generada durante la pandemia, que afecta especialmente a las personas con discapacidad. 

El quinto problema en la educación para personas con discapacidad es que no existe una capacitación de maestros en inclusión y adaptación de la currícula, puesto que falta un conocimiento sobre las discapacidades como la hipoacusia, sordera, baja visión, autismo o síndrome de Down.

La sexta problemática detectada es que no existe acceso libre a la Lengua de Señas Bolivia. 

En ese marco, la CBDE planteó una serie de demandas al Ministerio de Educación y a las autoridades nacionales, departamentales y municipales, como el control y cumplimiento de la infraestructura y equipamiento para atender las discapacidades, consolidar la transitabilidad de la persona con discapacidad en todos los niveles educativos.

También se demandó priorizar procesos de detección de la discapacidad, contar con información estadística sobre los procesos inclusivos y tener docentes capacitados en inclusión.

Para el regreso a clases en 2022, la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación propuso crear equipos multidisciplinarios de apoyo a la discapacidad (al menos uno por ciudad) que incluya la atención temprana, interrelación directa entre población civil, organizaciones y autoridades, para garantizar la información oportuna y la realización de procesos inclusivos, implementar la modalidad presencial y una virtualidad con permanente capacitación para toda la comunidad educativa.