Estudio: Mujeres y niñas con discapacidad enfrentan barreras alarmantes en seguridad y acceso a atención adecuada
Las mujeres y niñas con discapacidad enfrentan una realidad alarmante en Bolivia: la intersección de género, discapacidad e identidad indígena las expone a múltiples formas de violencia. Así lo revela el estudio “Violencia y discapacidad en niñas y mujeres: una realidad latente”, presentado en la ciudad de La Paz, en el marco del proyecto Construyendo Municipios Más Justos, financiado por Unión Europea, e implementado por ONU Mujeres en asocio con Fundación Educación y Cooperación (Educo) y la Fundación Machaqa Amawta.
Los datos revelan que los principales tipos de violencia que afectan a las mujeres con discapacidad en el país son la violencia sexual (21%), psicológica (15%) y verbal (14%), seguidas de la violencia física, la discriminación, la violencia económica y la intrafamiliar.
El estudio, realizado en 92 municipios de los nueve departamentos del país, principalmente en zonas rurales con menor concentración poblacional (categorías A, B y C), incluye datos cualitativos y cuantitativos sobre los factores de riesgo y las causas que contribuyen a la prevalencia de la violencia contra mujeres y niñas con discapacidad.
Además, se recopilaron datos sobre los servicios públicos de atención y protección, revelando que el 55% de los funcionarios entrevistados afirmaron no contar con protocolos o guías específicas para atender a personas con discapacidad en sus unidades, y más del 82% señalaron la ausencia de materiales accesibles, como textos en Braille, Lengua de Señas Boliviana (LSB) u otros formatos inclusivos.
La presentación de este estudio coincide con la reciente conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de garantizar los derechos de las personas con discapacidad, especialmente de las mujeres y niñas, quienes representan uno de los grupos más vulnerables en la sociedad. Los hallazgos resaltan la necesidad urgente de políticas públicas que transformen los patrones culturales y promuevan relaciones más equitativas.
El estudio no solo visibiliza esta problemática, sino que también impulsa acciones concretas para prevenir la violencia y transformar las dinámicas socioculturales. En palabras de los impulsores de la investigación, esta iniciativa refuerza el compromiso de las instituciones involucradas con el principio de “No dejar a nadie atrás”.
(Con información de ONU Mujeres)