Por Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

La difícil realidad que enfrentan los estudiantes de las unidades educativas Che Guevara y José Ignacio Sanjinés en Sucre ha causado descontento entre los padres de familia y la comunidad educativa. La falta de pupitres ha obligado a estos jóvenes a recibir sus clases sentados en el suelo, una situación precaria que ha generado indignación y críticas hacia las autoridades educativas locales.

La ausencia de mobiliario básico ha sido identificada como el principal obstáculo para el aprendizaje, afectando negativamente el desarrollo académico y el bienestar de los estudiantes. Los padres de familia expresan su preocupación por el entorno educativo poco digno y seguro en el que se encuentran sus hijos, demandando acciones inmediatas para resolver esta problemática.

Ante esta situación, el jefe municipal de educación de Sucre, Juan Carlos Durán, anunció que las unidades educativas Che Guevara y José Ignacio Sanjinés serán equipadas con pupitres completos para fines de febrero. Sin embargo, esta solución llega tarde para los estudiantes que tienen que soportar largas horas de clases en condiciones incómodas e inadecuadas.

Durán justificó la demora en la entrega del mobiliario mencionando un fenómeno demográfico, señalando que el aumento en la cantidad de alumnos en el colegio Guevara es un reflejo de la migración desde áreas rurales hacia la periferia urbana, particularmente desde el norte potosino hacia la ciudad de Sucre.

Durán ilustró la situación señalando que, el año pasado, el número de estudiantes en el colegio Che Guevara era de 108, mientras que en la actualidad ha aumentado significativamente, alcanzando la cifra de 308 alumnos.

Aunque se ha mencionado que parte del mobiliario ya ha sido proporcionado, es evidente que la situación crítica persiste y que los estudiantes seguirán sufriendo las consecuencias de la falta de planificación. La Unidad Educativa Che Guevara en la zona de Alegría y José Ignacio Sanjinés en Lajastambo representan puntos clave en la educación de la región, y es responsabilidad de las autoridades municipales garantizar que los jóvenes tengan acceso a instalaciones adecuadas para su desarrollo académico y bienestar general.