Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

Con apenas 15 años, Mariana Barrero Villalba, estudiante del colegio Santa Ana de Sucre, alcanzó una Mención de Honor en la Olimpiada Mundial Abierta de Astronomía (OWAO) 2025, consolidándose como una de las jóvenes promesas bolivianas en el ámbito científico.

La competencia se desarrolló del 20 al 27 de septiembre en el Centro Científico y Educativo Sirius, en Sochi, Rusia, con la participación de delegaciones de todo el mundo. Bolivia compitió de manera virtual desde Oruro, debido al conflicto bélico en el país sede del mundial de Astronomía.

UNA PARTICIPACIÓN DESTACADA
La delegación boliviana estuvo integrada por Leonardo Terrazas y Franco Mendoza (Cochabamba), Valeria Mariana Barrero (Sucre), además de Erick Arroyo y Adhemir Jaimes (Oruro).

En el caso de Valeria Mariana Barrero Villalba, su preparación comenzó en Sucre bajo la guía de su profesor Omar Copa, quien la acompañó en las primeras fases de entrenamiento. Posteriormente, al igual que el resto de la selección, contó con un tutor especializado para afrontar las exigentes pruebas de nivel internacional.

¿Qué es la OWAO?
La Open World Astronomy Olympiad (Olimpiada Mundial Abierta de Astronomía) es una competencia internacional destinada a estudiantes de secundaria menores de 18 años, que busca promover el conocimiento científico y la cooperación educativa. Más allá de la competencia, se trata de un espacio de intercambio cultural y académico en el que jóvenes de distintos países comparten su pasión por la astronomía y la ciencia.

Los concursantes enfrentan cuatro etapas de evaluación:
1.    Prueba teórica, sobre conceptos de astronomía, física y matemáticas.
2.    Ejercicios prácticos, con análisis de datos y gráficos.
3.    Prueba de observación, orientada a identificar objetos y fenómenos celestes.
4.    Evaluación final, que combina y sintetiza los retos anteriores.

Ciencia y educación en perspectiva
El logro de Valeria y de la delegación boliviana no solo representa un reconocimiento individual, sino también un estímulo para fortalecer la educación científica en el país.

La participación nacional en certámenes de este nivel fomenta habilidades analíticas, creatividad científica y trabajo colaborativo, además de proyectar a Bolivia en un escenario internacional donde se abren oportunidades académicas y profesionales para los jóvenes talentos.