SUCRE
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Cuando la inclusión tiene sabor a pizza: la historia de Sol en Casa

Iván Ramos - Periodismo que Cuenta

Al cruzar el umbral de Sol en Casa, no es solo el aroma de pizza recién horneada lo que te envuelve, sino la calidez de un ambiente donde las sonrisas brotan como flores en primavera. Raquel, una joven cuya ternura parece no conocer límites, te recibe con el menú entre las manos. En ese cartón, más que nombres de platillos, encuentras historias. 

Cada pizza lleva el nombre de quienes, con dedicación y cariño, la preparan: Raquel, Herlan, Jhonny, Marco… Nombres que se entrelazan con sabores que cautivan el alma y reflejan la esencia de un equipo formado por personas con distintas discapacidades, quienes hacen de este lugar un rincón único en Sucre.

Es el día de los enamorados, y Herlan, con su uniforme blanco impecable, no puede ocultar su emoción. Herlan, como muchos de sus compañeros, también vive con síndrome de Down, pero su entusiasmo por la vida trasciende cualquier barrera. Observa, entre curioso y encantado, los ramos de flores que desfilan por el restaurante. "¡Abrácense!", pide con una sonrisa que ilumina la sala, mientras las parejas se dejan contagiar por su alegría. Hoy, las pizzas en forma de corazón no solo son una oferta especial, son el símbolo de un espacio donde el amor —en todas sus formas— reina sobre las mesas.

En las paredes, las fotografías narran la historia de este singular restaurante. Retratan a los jóvenes con síndrome de Down y otras discapacidades en su proceso de aprendizaje: amasando, riendo, compartiendo una parte de sí mismos en cada plato. Pero Sol en Casa no es solo un lugar donde se preparan pizzas. Por las mañanas, el restaurante se transforma en un centro de inclusión, donde las clases de psicología, terapias de yoga y talleres de desarrollo personal ofrecen herramientas para el crecimiento de cada uno de sus trabajadores.

Por las noches, las puertas de Sol en Casa se abren a los sabores, pero también a algo más profundo: a la aceptación, la igualdad y el empoderamiento. Este restaurante no es solo un lugar donde la gastronomía brilla; es un refugio donde cada persona, sin importar sus habilidades, encuentra un propósito y un espacio donde su trabajo es valorado y celebrado.

La comunidad de Sucre ha visto en este emprendimiento mucho más que un simple negocio. Sol en Casa es la prueba viviente de que, con oportunidades, todos tienen la capacidad de brillar. Aquí, el ingrediente secreto es el amor, y eso se nota en cada bocado.