SEGÚN LA FUNDACIÓN TIERRA
Título: 

Contabilizan que los incendios en Bolivia arrasan con más de 4 millones de hectáreas

Densa humareda en el municipio de San Rafael, en el departamento de Santa Cruz. Foto: Fundación TIERRA

Con 1,253.505 hectáreas quemadas, San Matías es el municipio más afectado por los incendios, pues el fuego devoró 46,8% de su territorio, según datos analizados por la Fundación TIERRA hasta el 26 de agosto con base en imágenes de los satélites Sentinel 2 y Sentinel 3 de Copernicus, e información de focos de calor proporcionados por los satélites MODIS y VIIRS de la NASA de los últimos tres meses (junio, julio, agosto).

La información da cuenta de que las quemas en Bolivia han alcanzado cifras alarmantes en cuanto a la superficie quemada, con una afectación de más de 4 millones de hectáreas. Los departamentos más perjudicados son Santa Cruz con 2,6 millones de hectáreas, Beni con 1,3 millones de hectáreas y La Paz con 18.990 hectáreas, explicó Efraín Tinta, investigador de la Fundación TIERRA.

También se pudo precisar que son 69 los municipios afectados por las quemas en Bolivia: 36 en Santa Cruz, 17 en Beni, 11 en Pando, tres en Cochabamba, uno en La Paz y Cochabamba, respectivamente. Las superficies dañadas en cada uno de los municipios varían considerablemente.

Por ejemplo, existen nueve municipios que tienen afectaciones por encima de las 100.000 hectáreas y concentran el 78% del total nacional. También existen 57 municipios que registran incendios en áreas por debajo de las 50 mil hectáreas, que abarcan el 16.2% del total.

Santa Cruz

En el departamento de Santa Cruz, los municipios más afectados son: San Matías con 1,2 millones de hectáreas, seguido por San Ignacio de Velasco con 580.132 hectáreas, San Rafael con 201.096 hectáreas y Concepción con 184.268 hectáreas. Debido al incendio descontrolado, “son los más vulnerables en este momento”, apuntó Tinta.

“Hay muchas personas que están necesitando ayuda porque han perdido sus bienes. Yo he estado en las comunidades y la situación es delicada. A una profesora se le quemó su casa y no sabemos cómo estará sobreviviendo. Queremos ayuda para las personas, atención de salud. He perdido la cuenta de las comunidades que tienen daños”, refirió Ortiz sobre lo que se vive en San Matías.

En San Rafael, otro municipio cruceño afectado por el fuego, la situación también es desesperante. Julio Egüez Aguilera, cacique de la Asociación de Comunidades Indígenas de San Rafael de Velasco (ACISARV), ubicado en la Chiquitanía, mencionó que en su región la intensa humareda comenzó a generar problemas de salud en los niños y adultos mayores. “Es insoportable, apenas se ve el sol. Los niños tienen conjuntivitis y los adultos afecciones bronquiales severas. Hay comunidades donde se suspendieron las clases y no llega ayuda”, relató el dirigente.

Según los datos de la Fundación TIERRA, en el municipio de San Rafael se registran 201.096 hectáreas afectadas por el fuego, que representa el 20,9% de su territorio. Ante esta situación, el Comité de Operaciones de Emergencias Municipal (COEM) determinó el jueves exigir apoyo para la mitigación de incendios, solicitar ayuda humanitaria y suspender las clases este 30 de agosto.

“En el kilómetro 70, camino hacia San Matías, se han reportado incendios significativos en varias propiedades. Uno de los incendios fue causado, al parecer, de manera intencional. Hasta ayer (miércoles) estaban luchando por controlar el fuego. Otro foco de incendio se encuentra en el área protegida municipal conocida como La Bota, que permanece activo a pesar de los esfuerzos recientes de una cuadrilla de bomberos.

Otras comunidades, como San Francisco, Villa Fátima y Miraflores, también están en condiciones críticas. En El Tunal se observa una alta peligrosidad por las plantaciones de cusi, que son altamente inflamables”, contó el dirigente chiquitano.

Los incendios no sólo afectan la normalidad de las comunidades y sus habitantes. Debido a la densa humareda, la Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) suspendió el martes las operaciones aéreas en los aeródromos de la Chiquitania y, este jueves, se emitieron otros dos comunicados para anunciar la suspensión de despegues y aterrizajes en los aeropuertos de Cobija (Pando) y Trinidad (Beni), esto debido a la mala calidad del aire que impide tener condiciones mínimas de visibilidad.

Beni

En el departamento de Beni, el fuego arrasó con 416.810 hectáreas del municipio de Exaltación; 246.226 hectáreas del municipio de San Ramón, 110.234 hectáreas del municipio de Baures y San Joaquín con 107.658 ha. Estos cuatro municipios superan las 100 mil hectáreas quemadas. San Ramón es el más afectado en su territorio porque el fuego consumió 24% de su extensión total.  

Debido a la densa humareda ocasionada por los incendios, el Servicio Departamental de Salud de Beni decidió declarar Alerta Sanitaria Departamental. María Inés Bello, médico brigadista, declaró que la decisión fue tomada por los posibles casos de afectación a la salud humana, como el incremento de las afecciones respiratorias, oculares y diarreicas debido a la mala calidad del aire.

“Como acción inmediata, en coordinación con los gobiernos municipales, se desplazarán brigadas médicas a las zonas más afectadas. Se tomarán también determinaciones en coordinación con las direcciones distritales y departamentales de educación para precautelar la salud de la población”, declaró la funcionaria.

Generación temprana de incendios

Tinta explicó que en 2024 se ha generado un cambio en el patrón habitual de incendios en Bolivia, con un inicio más temprano y una intensidad mayor, especialmente en los departamentos de Beni y Santa Cruz, lo que refleja una situación alarmante.

“Generalmente, los incendios a nivel nacional solían iniciar en julio y alcanzar su pico entre septiembre y octubre, para luego disminuir en noviembre. Sin embargo, este año los incendios comenzaron con fuerza en junio, con un crecimiento sostenido hasta agosto, superando los registros habituales”, afirmó el investigador.

La interpretación del inicio de la temporada de incendios se hizo a partir de los datos de la página Greenpeace, que muestra la curva histórica de incendios en Bolivia. El patrón que se mantuvo de 2001 a 2013 muestra que los incendios comienzan a incrementarse a partir de julio. Sin embargo, en 2024, esta tendencia se adelantó, registrando un aumento significativo en junio. “Para agosto, se reportaron cerca de 2,000 focos de calor en todo el país, lo que indica un comportamiento atípico y preocupante en comparación con años anteriores”, aseveró Tinta.

En el caso del departamento de Santa Cruz se puede observar que las quemas iniciaron en junio, cuando lo recurrente era que comiencen a mediados de julio. En estas últimas semanas se presentaron picos altos de focos de calor, los cuales se prevé un incremento mayor las siguientes semanas y no descenderán hasta finales de noviembre.

En el caso de Beni, también hubo un inicio temprano de registro de los focos de calor a partir de junio, tuvo una reducción importante a finales de julio y agosto, nuevamente sufrió incrementos considerables en los últimos días.

Áreas protegidas afectadas

En Bolivia existen áreas protegidas nacionales, departamentales y municipales que no se salvan de los incendios. En el caso de las áreas nacionales, la más afectada es la Área de Manejo Natural Integrado San Matías, donde el fuego arrasó con una extensión de 904.015 ha afectadas, casi un 45% de su territorio. La segunda área protegida es Otukis, con 96.944 ha afectadas por incendios y, finalmente, está El Choré con 21.558 hectáreas.

A nivel municipal, los Grandes Lagos Tectónicos de Exaltación, situados al norte de los Llanos de Moxos, en Beni, son los que sufrieron mayores problemas, pues el fuego afectó a 87.804 hectáreas de su delimitación.  En el mismo departamento, la Reserva Científica, Ecológica y Arqueológica Kenneth Lee (RCEAKL), ubicada en el municipio de Baures, también sufrió afectación y el fuego consumió 38.461 hectáreas.

“En estos sectores hay sitios donde se producen recurrentemente incendios, pero también hay nuevas afectaciones a bosques primarios que requerirán entre 50 a 100 años para reponer las áreas naturales. Algo que llama la atención es también lo que sucede en El Choré, en la zona clasificada como parque nacional, donde se supone que no debería haber ningún tipo de intervención humana, pero registra estos incendios provocados”, lamentó Tinta.

*Con información de la Fundación TIERRA