HABLA DE PROPUESTAS PARA LA CUMBRE
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Presidente de Magistratura considera ‘deplorable’ la institucionalidad de DDRR e ‘inútil’ el régimen disciplinario

En un diagnóstico de la administración judicial con miras a la Cumbre del sector, el presidente del Consejo de la Magistratura (CM), Marvin Molina, manifestó que la institucionalidad de Derechos Reales es “deplorable” y que el sistema disciplinario es “totalmente inútil” y sólo gasto para el Estado.

Molina hizo esas aseveraciones a tiempo de explicar que el Consejo de la Magistratura tendrá propuestas en al menos tres temas para la Cumbre Judicial: la estructura de DDRR, el sistema disciplinario y la carrera judicial.

Afirmó que la nueva estructura de DDRR no puede esperar, puesto que la entidad se maneja con una ley de 1887, modificada por decreto de 2004. “Es deplorable ya la institucionalidad en la que está Derechos Reales”, dijo en entrevista con el programa La Mañana en Directo de ERBOL.

Según Molina, la normativa anacrónica de DDRR “ha degenerado el servicio”, se ha creado una “corruptela” y una especia de “atrofia” en la entidad que está colapsando el servicio.

Acotó que, según estableció la Agetic, se tiene en DDRR  uno de los sistemas informáticos más vulnerables no sólo del país, sino de la región.

El consejero reprochó que las incoherencias y anomalías en DDRR no hayan sido observadas desde 2012 que asumieron las primeras autoridades judiciales elegidas por voto y, asimismo, consideró que esto fue así porque probablemente a alguien le beneficia.

Afirmó que se debe convertir a DDRR en una institución sana y desconcentrada. Luego se verá la tuición bajo la cual se desenvolverá esta entidad.

En cuanto al régimen disciplinario, el Presidente del Consejo de la Magistratura sostuvo que es “inútil” y “está generando solamente gasto al Estado”. 

“Tenemos jueces disciplinarios, auxiliares, secretarios, oficiales de diligencia, toda una estructura que sirve solamente para sancionar con un mes, dos meses, en el mejor de los casos seis meses, después de años de procesamiento. Eso tampoco puede seguir”, afirmó.

Molina también lamentó que hayan cosas que se dejaron pasar en cuanto a la carrera judicial. 

Explicó, por ejemplo, que la Escuela de Jueces depende del Tribunal Supremo de Justicia y no tiene nada que ver con el Consejo de la Magistratura. 

Cuestionó cómo podría el Consejo de la Magistratura establecer una carrera judicial “seria”, cuando carece de instrumento de formación. Afirmó que la Ley del Órgano Judicial ha cometido “horrores” en ese tema.

Molina señaló que por eso es que el Consejo de la Magistratura ha optado por elegir administradores de justicia no a través de la Escuela de Jueces, sino con otros mecanismos como convocatorias.

“Si queremos pues cambiar el perfil del nuevo juez, tiene que ser de primer nivel, tenemos que lograr también ese relacionamiento con los sistemas de formación y capacitación que no están dentro del Consejo de la Magistratura”, reflexionó.