Lizárraga: “No le tengo miedo al MAS y estoy con la conciencia tranquila”
La exministra de Comunicación Roxana Lizárraga dijo este martes que no le tiene miedo al MAS y que está con la conciencia tranquila ante un posible juicio por haber firmado el decreto que facilitó la salida de las Fuerzas Armadas, durante el conflicto social que se ha presentado en la planta de Senkata en noviembre del año pasado.
“No le tengo miedo al MAS, solo miedo a Dios, estoy con la conciencia tranquila. Son otros los que tienen que tenerle miedo. Se tienen que investigar los hechos de corrupción en el gobierno de transición y de los mismos masistas que estuvieron en funciones”, declaró a Erbol.
Lizárraga aseguró que tampoco se irá de Bolivia y continuará luchando junto a bancada en la Asamblea, a donde acudió la mañana de este martes para coordinar acciones parlamentarias desde la oposición. La exministra postuló para una diputación por La Paz pero la votación obtenida por Luis Fernando Camacho no le alcanzó para llegar al Legislativo.
Dijo que esperará cómo se encamina el proceso que “ha montado el masismo en la Asamblea Legislativa” y recordó que renunció el cargo el 26 de enero de 2020 cuando vio que el gobierno no estaba cumpliendo lo que la mayoría del pueblo boliviano pedía y porque Añez “había entregado el país a los Demócratas, a la cabeza del señor Rubén Costas, de Unidad Nacional de Samuel Doria Medina y estuvo en vinculaciones con Sol.bo”.
Se declaró totalmente inocente de las acusaciones que levantó el MAS, tras aprobar la investigación de la comisión mixta de la Asamblea sobre el caso Senkata-Sacaba, identificando a 26 personas fallecidas, un centenar de heridos y detenidos en represiones policiales y militares, tras las elecciones generales del 2019.
Explicó que ha firmado el decreto porque los sectores afines al MAS querían volar la planta engarrafadora de Senkata. Sin embargo, cree que lastimosamente el gobierno de transición “nos ha entregado y han pactado con el masismo por muchos intereses económicos y políticos de por medio”.
Calificó el posible juicio como uno de los atropellos del MAS, aunque cree que los actuales tiempos ya no son los mismos de 2006 cuando ingresó Evo Morales, porque la gente está en un proceso de recuperación de la democracia iniciado en octubre el año pasado.