La justicia determinó este jueves una segunda detención preventiva para el dirigente de los cocaleros de los Yungas, Sergio Pampa, quien se encuentra encarcelado desde finales de julio en el penal de San Pedro de Oruro.

En este caso, el juez Orlando Rojas determinó que Pampa cumpla detención preventiva, tras ser acusado por la muerte del teniente Daynor Sandoval, ocurrido en agosto de 2018 en un enfrentamiento en La Asunta. Por ese mismo caso, Franclin Gutiérrez, presidente de Adepcoca, también está encarcelado.  

Pampa, que se declaró perseguido político, calificó como una “pena” que la Fiscalía no tenga pruebas hasta ahora para sustentar la acusación contra Gutiérrez y su persona. 

Dijo que pedirá a Dios que otorgue sabiduría a los jueces. Negó que haya participado del ilícito y aseveró que “todo es un montaje”.

Gutiérrez y Pampa lideraron varias protestas en contra del Gobierno, después de la aprobación de la Ley General de la Coca que legaliza los cultivos del Chapare.

“Hermanos bolivianos sigamos con fuerza. Sabemos que hay muchos presos políticos, no soy el único, pero hay que seguir buscando la libertad y la verdad”, manifestó Pampa.

La primera detención preventiva del dirigente es por un caso en el que se le acusa de generar hechos de violencia en la comunidad La Calzada de Yungas.

Su abogado lo considera una victoria

A pesar de la segunda detención preventiva, el abogado de Pampa, Omar Durán, consideró que la audiencia fue una victoria para su defendido.

Argumentó que la Fiscalía pretendía acusar al dirigente hasta de asesinato en grado de complicidad, pero el juez desestimó las aspiraciones del Ministerio Público y se limitó a dictar la detención preventiva por observaciones al domicilio del acusado.

Señaló que se pedirá una audiencia de cesación a la detención preventiva y que está seguro que será favorable a su defendido.