El diputado evista Héctor Arce anunció que en las próximas horas visitará dos recintos penitenciarios para verificar que los tres policías implicados en el caso del homicidio del dirigente cocalero Johnny Cruz Ressine estén cumpliendo detención preventiva. Además, dijo que busca corroborar la versión del ministro de Gobierno sobre supuestos impactos de bala recibidos por los efectivos durante un operativo realizado en la comunidad de Ivirgarzama, municipio de Puerto Villarroel.

Según Arce, la muerte de Cruz Ressine fue una “ejecución” cometida por la Policía como una señal de hostigamiento y persecución contra Evo Morales, así como hacia dirigentes sindicales y parlamentarios que critican la gestión del presidente Luis Arce Catacora.

Reveló que un “policía patriota” le advirtió que es objeto de vigilancia constante y le recomendó tener cuidado con el gobierno. Sin embargo, afirmó que no teme a las acciones de seguimiento ni a las denuncias que, según él, estarían siendo promovidas en su contra desde el Viceministerio de Gestión y Coordinación Gubernamental.

El sábado, el fiscal departamental de Cochabamba, Osvaldo Tejerina, informó que el Juzgado de Niñez y Adolescencia N° 1 de Ivirgarzama determinó la detención preventiva de los tres efectivos policiales sindicados por el homicidio del dirigente cocalero. Los imputados son Delin B. (40), José L. M. (28) y Ovidio M. (38). Según la acusación, Delin B. sería el autor material del disparo que acabó con la vida de Cruz Ressine.

Delin B. fue enviado al penal de San Pablo, en Quillacollo, mientras que José L. M. y Ovidio M. cumplirán su detención preventiva en el penal de San Pedro de Arani. La Fiscalía inició la investigación debido a las contradicciones detectadas en las declaraciones de los tres efectivos.

El hecho ocurrió el pasado 26 de marzo, durante un operativo de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) en Ivirgarzama, donde los agentes buscaban capturar a Ariel Villarroel, presunto líder de una organización criminal. En el lugar se produjo un enfrentamiento con una turba de pobladores que reaccionaron con piedras, palos y disparos. En medio del caos, un disparo por la espalda alcanzó al dirigente Cruz Ressine, quien falleció de manera inmediata.

La autopsia reveló que el disparo fue desproporcionado, desmintiendo la versión inicial de que los efectivos actuaron en “legítima defensa”. Además, la prueba de absorción atómica practicada al dirigente descartó que hubiera disparado un arma, y esta tampoco fue encontrada en el lugar. Estos elementos llevaron a la apertura de una investigación penal contra los tres policías implicados.