Consternada por el abuso que sufrió su mascota, una familia de la zona Cotahuma de La Paz se presentó este jueves ante la Policía para denunciar el caso de zoofilia, cuyo autor sería un vecino suyo, y amenazas que sufre al respecto.

Denunciaron que un joven vecino fue atrapado infraganti cuando, en horas de la noche, cometía un acto de zoofilia teniendo como víctima a una can hembra perteneciente a la madre de familia.

El familiar que descubrió el hecho confesó que temblaba por lo que había visto. Dijo que vio a su vecino, de iniciales A. Q., cuando cometía el abuso.

Pasmado por la situación, decidió llevar al denunciado al domicilio de éste, con el objetivo de dejarlo en evidencia ante sus allegados.

Sin embargo, la familia del denunciado reaccionó de manera agresiva contra la persona que denunció el hecho.

La hermana del denunciante relató que la familia del joven vecino minimizaba lo ocurrido, sólo porque la afectada es una mascota. Ella, por su parte, expresaba su temor de que posteriormente la víctima sea una niña. 

Denunciaron que los familiares del denunciado los amenazaron para que no hagan la denuncia. Incluso, según constaron, se burlan con la presencia de una patrulla policial en el lugar.

Los familiares informaron que decidieron denunciar el caso por sugerencia de un policial, que advirtió la delicadeza de la situación.

Lamentaron que ahora la mascota sufre de sangrado por el abuso. Usarán el certificado veterinario para sustentar la denuncia.   

La acción de utilizar un animal para cualquier práctica sexual está tipificada como delito de Tratos Crueles, cuya pena es de seis meses a un año de privación de libertad, además de multa o prestación de trabajo.

La Ley 700 otorga a los animales los derechos a ser reconocidos como seres vivos; a un ambiente saludable y protegido; a ser protegidos contra todo tipo de violencia, maltrato y crueldad; a ser auxiliados y atendidos.