Opinion

MAR
Tinku Verbal
Andrés Gómez Vela
Martes, 26 Marzo, 2013 - 10:17

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Hay cinco vías para recuperar el mar: la primera, una guerra contra Chile; la segunda, un canje territorial; la tercera, compra de un pedazo de playa; la cuarta, diálogo hasta ablandar a la casta chilena para que devuelva una parte o toda la costa que era boliviana; la quinta, sentencia favorable en un Tribunal Internacional. Vamos por partes.

La guerra es la vía del suma cero. O ganas o quedas peor que antes. Puede costar millones de bolivianos, en vidas y dinero. Además hay tres limitaciones: a) la Constitución (Art. 10.II), que declara a Bolivia pacifista, ergo no puede atacar a Chile, pero sí defenderse, vale decir tendría que esperar un ataque; y si nunca llega, tendría que provocar a los chilenos hasta que disparen la primera bala. Algo más, el Artículo 267.II obliga al Estado usar medios pacíficos para volver al mar. b) la economía boliviana no soportaría una contienda bélica, pese a que ahora hay mucho dinero, acabaríamos pobres. c) La capacidad bélica de las FFAA bolivianas es mínima frente al poderío de las chilenas, que una vez ya advirtieron que ocuparían Bolivia en 45 minutos. Y una cosita más, ¿cuánta mamás estarán dispuestas a mandar a sus hijos a una carnicería en nombre de la Patria?

Es posible un canje territorial, puesto que durante las dictaduras de Banzer y Pinochet, ambos países casi logran un acuerdo. Aquella vez Pinochet quiso acelerar los trámites para desactivar un posible conflicto con Perú y Bolivia y concentrarse en el riesgo de guerra que tenía contra Argentina por el canal Beagle. Si se retomara este camino, el país tendría que ver qué parte de su territorio traspasaría a Chile. ¿Parte de Potosí u Oruro? Si fuera así habría que considerar algunos puntos: ¿Aceptarán los potosinos u orureños ceder parte de su geografía? ¿Se conformarán los chilenos con el territorio canjeado o tendrán sus preferencias? ¿Qué parte cedería Chile? Si fuera al norte, entre Arica y Tacna, hay otro obstáculo, ¿aceptará Perú (el Tratado de 1929 obliga a Santiago a consultar a Lima sobre la sesión de ese territorio a Bolivia)? Si no acepta, ¿estará dispuesto Chile a ceder un espacio geográfico soberano dividiendo su territorio en dos? Muy difícil. Si aceptara Perú (Dios me oiga), Bolivia retornaría al mar.

La compra de territorio a Chile es lo más ideal. Es probable que algún gobierno decida vender a Bolivia un pedazo. Pero otra vez habría que esperar el consentimiento peruano o la decisión chilena de dividir su territorio. Supongamos que dice sí Lima, ¿qué precio pedirá Santiago? Digamos que es barato nomás, surge un obstáculo de sentimiento: ¿qué gobierno o presidente chileno estará dispuesto a ser llamado “vendepatria” (literal) por el resto del tiempo?

Ablandar el corazón de piedra de la casta chilena parece imposible. Ni siquiera el Papa Francisco I podría hacerlo. Hace 134 años tienen la mente petrificada y un NO gigante grabado en la lengua grabada. Su soberbia es más grande que todos los océanos juntos. 

El juicio ante un Tribunal Penal Internacional es la vía que aparentemente eligió el gobierno boliviano. Sin embargo, sus resultados son inciertos en vista de que en 1904 era legítima la tesis de que la guerra otorgaba derechos. Es probable que haya un resultado positivo, si fuera así (Dios me oiga en serio) tendría que revisarse el Tratado de 1904 y otra vez se plantearían las hipótesis anteriores, ¿en qué lugar? ¿Aceptará Chile dividir su territorio? ¿Obligará el Tribunal a Chile devolver toda su costa a Bolivia después de 134 años?

Ante esta realidad, el gobierno boliviano debería barajar una vía más: aceptar un puerto con soberanía compartida. Sin embargo, tiene otra vez una limitación constitucional, el artículo 267.II exige soberanía plena.

Mientras no se elija la vía, sólo queda seguir desfilando e incomodando al gobierno chileno; ojalá que no sea por otros 134 años. Y si usted tiene otra vía más, por favor plantéela.