por José Carlos Solón
En pocas ocasiones Luis Arce Catacora ha salido hablar de los contratos del litio. El 25 de febrero de 2025, en “Detrás de la verdad”, conducido por Junior Arias, el presidente abordó el tema durante aproximadamente cinco minutos. El presidente comenzó lamentando la falta de información y desinformación sobre el litio. Sin embargo, ¿cuál es su responsabilidad en esta ausencia de transparencia y manipulación de la información? Contrastemos algunas de sus afirmaciones con la realidad.
Luis Arce Catacora al referirse al contrato con CBC mencionó solo una planta con capacidad para producir 25.000 toneladas de carbonato de litio grado batería, cuando en realidad son dos plantas: una de extracción directa de litio de 25.000 toneladas, y otra de salmuera residual de 10.000 toneladas. ¿Será que este olvido se debe a que durante su gobierno no terminó de reparar y construir todas las líneas de piscinas de evaporación que se necesitan para la planta de salmuera residual?
El mandatario también afirmó que el “70% de los ingresos de este negocio en el contrato se va a quedar en el país”. La realidad es que, en todos los escenarios posibles, hasta un precio de 26.000 dólares por tonelada de carbonato de litio grado batería, YLB en el mejor de los casos recibe un 30% de los ingresos y CBC el 70%. Justo lo opuesto de lo que afirma el presidente.
CBC se lleva la parte del león porque su inversión de 1.030 millones de dólares es una deuda que la pagaremos con una tasa de interés muy alta a ser determinada en base a las cotizaciones de tres bancos internacionales. En uno de los informes que acompaña el contrato con CBC se hacen estimaciones de una tasa de interés del 12%, pero en realidad puede ser más. Además, CBC recibirá el pago de 1.700 dólares por tonelada de carbonato de litio producida en calidad de Licencia de Servicio Técnico que es un pago por el uso de su tecnología. Si el presidente sabe multiplicar, fácilmente llegará a la conclusión de que en 30 años le pagaremos a CBC 1.785 millones de dólares por el uso de su propiedad intelectual. Los costos de mantenimiento de la planta que los informes estiman en 480 millones de dólares también serán cancelados a CBC. Así mismo, se le devolverán los costos de producción que según el presidente de YLB podrían ser superiores a los 4.000 dólares por tonelada de carbonato de litio. Pero, además de todo lo anterior, CBC recibirá el 49% de las utilidades.
Con estos datos, que están en los informes y anexos que acompañan al contrato con CBC, es difícil entender cómo el presidente sostiene que el 70% de los ingresos se quedará en Bolivia. ¿No será que el presidente está desinformado, o mejor dicho desinformando?
El presidente sostuvo en la entrevista que solo el 1,4% del salar de Uyuni está comprometido en el contrato con CBC. Esta cifra pueda parecer pequeña en relación a los 10.000 km² del salar, pero si sumamos las áreas de los contratos de CBC y la empresa rusa Uranium One Group, la superficie comprometida supera ya los 400 km². Esta área es comparable a la ciudad de La Paz y es diez veces más grande que el pit o hueco de la mina San Cristóbal.
Además, no solo se requiere salmuera para producir carbonato de litio sino agua. ¿Se impactará apenas el 2% de las fuentes de agua de las comunidades de Nor Lípez? Para que el gobierno sea creíble debe compartir inmediatamente todos los estudios hídricos que ha realizado en la zona y explicar porque en los informes del contrato con CBC se habla de un consumo de agua superior al del salar de Atacama en Chile para la producción de carbonato de litio.
El presidente en su intervención afirmó que el contrato «va a beneficiar con su efecto dinamizador a toda la economía y, fundamentalmente, a la región del sudoeste potosino». Si es así ¿por qué no hace públicos los estudios de pre-factibilidad que han realizado para los contratos con CBC y Uranium One Group? ¿O es que acaso vamos a firmar unos contratos sin haber realizado dichos estudios de pre-factibilidad?
Luis Arce Catacora declaró que «este es un contrato que lo venimos trabajando y gestionando desde 2021» y que se tardó tanto tiempo porque «todo se ha hecho de manera muy clara y muy transparente». ¿Si el proceso fue tan transparente porque no hicieron públicos los convenios previos firmados por YLB con las empresas extranjeras? De hecho, la transparencia ha sido muy pobre en los últimos años, al extremo de que YLB dejó de publicar memorias de gestión durante el gobierno de Luis Arce Catacora.
El presidente hizo una confesión involuntaria: «hemos estado con mucho tiempo invirtiendo en el tema del litio y no hemos logrado consolidar la industria del litio hasta este momento». ¡Cierto! El gobierno propuso en la meta 4.2.6.1 del Plan de Desarrolló Económico Social 2021-2025 producir 80.959 toneladas de carbonato de litio en el período 2021-2025. ¿Cuánto realmente ha producido YLB bajo la gestión de Luis Arce Catacora? Según el PDES en 2025 deberían generarse 3.134 millones de dólares por venta de productos derivados de litio y baterías de litio. ¿Cuánto va a generar realmente este año?
El presidente olvida mencionar que en su calidad de ministro de Evo Morales firmó las leyes financiales del Presupuesto General del Estado para 2011 (Ley N.º 062) y 2012 (Ley N.º 211), en las que se otorgan créditos extraordinarios para la industrialización del litio por 887 millones de dólares. ¿Qué ha pasado con esa cuantiosa inversión? ¿Por qué la planta industrial de 15.000 toneladas de carbonato de litio funciona a menos del 20% de su capacidad?
El presidente dijo en la entrevista: «este es un tema de tiempos». Efectivamente. Son 17 años de desperdiciar el tiempo, el dinero y mal informar a los bolivianos.