Por Ernesto Rude - Politólogo
El presente artículo analiza los resultados del censo y su efecto en la dimensión electoral, nacional y subnacional, principalmente a nivel departamental. Como se verifica en datos oficiales, históricos y fácticos, las ciudades y grandes áreas en proceso de conurbación, son las dinamizadoras de las relaciones sociales, económicas y de lo político, al haber marcado una tendencia electoral opositora al oficialismo en la mayoría de los casos.
En las relaciones políticas nacionales y departamentales, se observa sobre representación y sub representación electoral, en un contexto de polarización política e indefensión ciudadana, en el que la desconfianza en las acciones del gobierno nacional e instituciones que controla, provoca sospechas y suposición de manejo arbitrario en el último censo.
Para contrastar esta suposición, se observaron dos características de una misma población, residencia y habilitación electoral, que deberían tener un comportamiento similar, al ser manifestaciones observables de la proporción mayoritaria de una misma población. La información empleada son datos oficiales del INE, Censos del 2012, proyecciones, Censo 2024, y datos del OEP, años 2021 y 2024.
La lectura departamental de los datos del Censo 2012, indica que de los más de 10,3 millones de habitantes de entonces, el 54% vivió en alguna de las provincias capitales de departamento. Se observa que cinco de nueve departamentos tuvieron en la provincia capital, entre el 55% y el 65% del total de la población (Chuquisaca, La Paz, Oruro, Santa Cruz y Pando); los cuatro restantes departamentos tienen en su provincia capital entre el 31% y 44% de la población (Cochabamba, Potosí, Tarija y Ben), siendo las de mayor población en sus departamentos, exceptuando Beni.
La información del Censo 2024 a nivel departamental, muestra que la población creció en 9,2% (de 10,3 millones a 11,3 millones en 12 años). Sin embargo el crecimiento total en las provincias capitales fue del 1,9%. En el análisis de departamentos y provincias, se observa que todos los departamentos crecen o se mantienen iguales, pero decrece la población de cinco provincias capitales (Oropeza, Murillo, Cercado-Cochabamba, Cercado-Beni y Nicolás Suárez). El promedio de crecimiento de las nueve provincias capitales es de 0,54%, que es reducido comparado al 9,2% de la población en general.
El año 2021 se tuvo elecciones subnacionales, los electores habilitados representaron entonces el 60% (4.130.033) de la población total proyectada (INE), es decir solo este porcentaje de la población estaba inscrita al padrón. En las elecciones parciales de autoridades judiciales de 2024, los electores son el 65% de la población (4.250.773). A nivel departamental, el registro en el padrón el 2024, indica que todas las provincias capitales han crecido en 4.1% en promedio (ver tabla).
Tabla comparativa de la residencia y la habilitación para votar de la población departamental
Fuente: Elaboración propia en base a INE y OEP.
Resaltando lo señalado en la tabla, se observa que las provincias capitales tienen una diferencia entre los datos de la población censada y empadronada, Cercado-Oruro 1%, Tomás Frías 4%, Oropeza 5%, Murillo 6%, Cercado-Tarija 7%, Cercado-Cochabamba de 9%, Andrés Ibáñez 9%, Cercado-Beni 12% y Nicolás Suárez 14%.
¿Es posible que dos características u observaciones relacionadas a una misma persona y población, como el lugar de residencia y el lugar de voto sea significativamente diferente en este escenario post censo y pre elecciones generales? ¿se fragua un nuevo fraude desde los resultados del Censo que se van presentando gradualmente?
Hay que poner atención a la incoherencia e inconsistencia entre los datos del Censo 2024 y el padrón 2024, particularmente en las grandes ciudades del eje y las ciudades capitales de departamento, que están siendo subvaloradas electoralmente por los resultados del Censo. Sorprende que las provincias capitales evidencien diferencia significativa entre la población censada y empadronada, el 14% en Nicolás Suárez, el 12% en Cercado-Beni. No se entiende que en un mismo lugar la población decrezca y el padrón incremente.