La verdad los hará libres

Por Jimena Costa 

En los días pasados, tres ex senadores del MAS han ratificado lo que se repite hace tiempo: el 10 de noviembre de 2019 se desplegó un macabro plan de la cúpula masista, para dejar al país -en un momento de crisis y violencia-, en un vacío de poder, sin gobierno y sin Asamblea Legislativa.

Sabemos bien que la línea de sucesión constitucional pasa por: el vicepresidente del Estado; el presidente del senado y el presidente de diputados. Ahí termina, en la CPE actual no llega al Órgano Judicial.

El 10 de noviembre renunciaron: Evo Morales; García Linera; la presidente del Senado, Adriana Salvatierra; el presidente de Diputados, Víctor Borda, pero por otra razón -en Potosí su hermano había sido tomado de rehén y vejado en la vía pública-; y los vicepresidentes de ambas cámaras, Rubén Medinaceli y Susana Rivero.

La instrucción a la bancada del MAS fue la renuncia colectiva, teniendo los dos tercios, esto hubiera implicado que ninguna instancia tenga competencia para convocar a Elecciones, pero, además, sin gobierno no había quien ordene contener la violencia a los aparatos represivos del Estado.

¿Para qué? Para que se produzcan más enfrentamientos, más muertes entre los sectores en conflicto: grupos de choque organizados y financiados por el MAS contra la ciudadanía, esa que salió a las calles contra el pisoteo de la Constitución y de la decisión del pueblo soberano, que hizo el MAS.

Fue el rechazo a la re postulación inconstitucional de 2014; al desconocimiento del resultado del Referéndum 2016 que determino que Evo Morales no podía ir a la reelección; la habilitación de su postulación por un genuflexo Tribunal Supremo Electoral; por negarse a aceptar la segunda vuelta resultado de las urnas; y el remate, por el fraude electoral porque a pesar de todos los abusos y precisamente por ellos, Evo Morales no pudo ganar la elección.

En las calles de La Paz y El Alto había vándalos y delincuentes aprovechando la crisis, o también financiados, no lo sé, encontraron a varios masistas y cubanos repartiendo plata, pero, en resumen, el objetivo era apostar al desastre para luego volver, como el hijo pródigo, a poner orden y a entornillarse en el poder hasta sus 90 años, como Fidel Castro.

¡Gracias a Dios no lo lograron! Y creo que fue por dos razones:

La primera, porque Evo Morales decidió huir a México y pedir refugio -cuando estaba recontra seguro en su territorio liberado del Chapare-, y eso posibilitó que la sucesión constitucional a Jeanine Añez fuera por ausencia y no por renuncia, detalle que no es menor, porque la Asamblea debía aceptar o rechazar la renuncia, pero no se requería aprobación de la Asamblea para la sucesión por ausencia e impedimento definitivo señalados en el mismo artículo, como pueden ver: La Presidenta  o el Presidente del Estado cesará en su mandato por muertepor renuncia presentada ante la Asamblea Legislativa Plurinacionalpor ausencia o impedimento definitivopor sentencia condenatoria ejecutoriada en materia penaly por revocatoria del mandato. (Artículo 170, CPE).

La segunda, debe resaltarse: porque tod@s los miembros de la bancada del MAS, incluyendo los jefes de bancada Efraín Chambi y Betty Yañiquez, decidieron no renunciar y posibilitaron el funcionamiento de la Asamblea y por tanto también la pacificación.

Queda muy claro, que en el MAS no se puede meter a tod@s en la misma bolsa. El día que la mayoría, dentro del MAS, acepte lo que en realidad pasó, será el día en que se liberen de la cúpula evista.