Había una vez …

Por Jimena Costa

Además del Covid, en el país tenemos otra especie de epidemia: la inusitada aparición de cuentistas y la repetición del mismo cuento en varias versiones, unas MAS sofisticadas que otras, pero todas con poca probabilidad de ser éxitos de taquilla, como en otra época fueron los cuentos -que casi llegan al cine-: “Terrorismo” y “Terrorismo II”; “Genocidio en Porvenir”; “Zapata lo engañó”, etc. A mí me gustan las versiones Disney de los cuentos de los hermanos Grimm, pero esos se quedaron cortos, la imaginación de los cuentistas locales es mucho MAS prolífica y son MAS capos.

El cuento mas repetido en estos días es “Fue Golpe, No Fraude”, pero entre conseguir empleos y evitar el contagio, se quedó sin público. Los cuentistas se esmeran, le hicieron varios cambios a la versión original buscando mejorar su impacto, pero al parecer, el personaje central ya no pega … 

Dado el deporte nacional de contar cuentos, hare el intento de contarles uno, que creo sería una genial segunda parte del “Fue Golpe, No Fraude”. Ahí voy.

Érase una vez un hermoso reino, donde lamentablemente, los viles llunckus se hicieron del poder y le hicieron creer a su líder -al que cariñosamente le llamaban El Protector-, que era un Dios. Entre los llunckus, sobresalían dos abogados, muy serviles, por lo que El Protector les dio cualidades y poderes de semidioses. Estaban por encima de todo. Eran muy felices.

Después de una hecatombe galáctica, el sol se escondió y la luna se escapó. El Protector tuvo que huir y sus abogados se quedaron sin poder, tuvieron que volver a vivir entre los mortales y todo fue tristeza para ellos. A los pocos meses el orden se restituyó, pero El Protector fue rechazado por sus propios súbditos. Cayó en desgracia. 

Los llunckus no podían volver a sus privilegios sin El Protector, así que decidieron hacer algo para traerlo de vuelta: iniciaron procesos contra los malvados Hassenteufel y Gutiérrez y ordenaron incrementar la persecución a la vocal Baptista, que era muy peligrosa (quería que todos respeten la Constitución). El plan tenía el objetivo de suspender a los dos primeros -aunque sea por 48 horas-y destituir a Baptista con cualquier pretexto, para que la Sala Plena, -bajo el mando de LaDina, apruebe una Resolución en la que se determine que el 2019 no hubo fraude, por lo que El Protector debía ser reconocido como el presidente legítimo. 

El Plan se les cayó, se dieron cuenta, de que, a pesar de su amor incondicional, El Protector ya no podía volver. Para asegurarse de al menos quedarse ellos en el poder, tomaron el control de los tribunales departamentales, mantuvieron las leyes diseñadas a su medida; igual que la cartografía electoral; las fórmulas; la distribución de escaños, etc., para que nunca MAS los puedan alejar de sus privilegios.

Estaban dispuestos a todo. Hasta de inventarse el cuento de un nuevo padrón, para inflarlo un poquito MAS y lavarle la cara al mismo tiempo.

Creo que debo parar, porque alguien me dice que hay otros responsables de este cuento. Dice que son una tal Añez y su Salvador, que si ell@s hubieran hecho su tarea, nadie podría escribir este cuento. Es confuso, los dos abogados, en lugar de agradecerles a ell@s por no haber hecho bien las cosas, los persiguen.

Había una vez un hermoso país, que día a día, era destruido por los viles “llunckus”. Perseguían, mentían, amarraban huatos … mientras tanto, los súbditos, atemorizados después del apocalipsis, morían de a decenas cada día. Era mejor enfrentarse al Covid que al odio de El Protector.

Ojalá fuera el fin.