El MAS reencarnado en paz

Juan Carlos Ferreyra - comunicador social

Ahora está más claro que el agua, el supuesto difunto Movimiento Al Socialismo (MAS) antes de entrar a su “ataúd político”, se reencarnó en el ganador de las elecciones generales, Rodrigo Paz y su acompañante Edman Lara, por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) con vistas a la segunda vuelta fijadas para el 19 de octubre próximo para elegir presidente y vicepresidente del país. No hay por donde perderse, aspecto que permite hacer razonar a la población: ¿O elegimos el continuismo del MAS, disfrazado de PDC o damos un giro de 180 grados eligiendo a Tuto Quiroga de la Alianza Libre?

Esa reencarnación del MAS en el PDC, debe llamarnos la atención porque ahora ese voto azul que perteneció por casi veinte años al masismo en el occidente y parte de los valles, pasó directamente a la dupla Rodrigo Paz-Edman Lara. Apoyo electoral que les permitió ganar por no muy amplio margen al binomio Tuto Quiroga-JP Velasco. Nuevo mapa electoral que también permitió que la “media luna” nuevamente vuelva a salir en la parte oriental del país.

Ese voto masista en favor de los candidatos del PDC, esta vez no tuvo nada de identitario, más bien fue más por un escape a la crisis económica que vivimos y una negociación a cambio de curules en el parlamento (cerca del 70% de la bancada del PDC está conformado por masistas). Lo que se debe resaltar es que el cierre del ciclo masista en la política nacional, por primera vez en la historia que una fuerza hegemónica que duró casi veinte años, fue sacada de manera democrática mediante el voto ciudadano, sin recurrir a la violencia como ocurrió en anteriores años.

Mientras muchos celebran ingenuamente que el MAS desapareció, no señores, el MAS sigue vivito y gozando. Lo que en realidad sucede es que el masismo se reencarnó en el PDC para proteger a los corruptos del MAS. No por algo ya se habla de que por debajo de la mesa ya habría un acuerdo político entre Rodrigo Paz y Evo Morales, para justamente tapar sus procesos judiciales en contra de este último y archivar los actos de corrupción durante las gestiones presidenciales evista y arcista.

También es notorio que los “movimientos sociales”, bajo ese denominativo que protege a los sindicatos y organizaciones bajo fuerte control masista, ahora pasó al PDC y no por algo ese 15% de ese voto nulo que se tuvo en la primera vuelta en favor de Evo Morales, irá a favorecer a la dupla Paz-Lara el siguiente 19 de octubre.

Toda esta estrategia política, tiene un solo nombre: Cuba. Jugada que fue muy bien calculada desde ese país socialista para reacomodar y ocultar el rostro “indígena-popular” del MAS en el PDC con lo que se está maquillando la continuidad del Socialismo del Siglo XXI y mantener la maquinaria izquierdista bajo el control externo cubano.

El MAS sigue vivo dentro de la política nacional, no está muerto. Solo que ahora muestra otro rostro: más urbano blancoide y otro ropaje: más citadino. Ocultando su cara indígena originario campesino. Teniendo orden desde su patrón cubano de seguir destruyendo las instituciones del Estado y seguir debilitando nuestra democracia.

La gente debe tener claro que votar en la segunda vuelta por el PDC, en el fondo es seguir votando por el masismo. Ahora se entiende el cómo entró Rodrigo Paz en sus campañas preelectorales en la primera vuelta a bastiones considerados “territorios” exclusivos del MAS como, por ejemplo: Achacachi de dominio de los Ponchos Rojos.

El país está a tiempo para reflexionar antes de acudir nuevamente a las urnas en el mes de octubre y decidir de manera bien pensada por quién votar. No seamos ingenuos, el MAS no está sepultado, está reencarnado y disfrazado con otro rostro. Lo cual le puede permitir seguir en el poder si es que el binomio Rodrigo Paz-Edman Lara del PDC ganan en esta próxima segunda vuelta electoral.