Soledad Enríquez
Veintiún corregidores del Consejo Indígena del Pueblo Tacana (CIPTA) reunidos el 7 y 8 de marzo en la comunidad de Nueva Esperanza aprobaron un voto resolutivo que: “rechaza el programa de PALMA ACEITERA AFRICANA y su paralización en todas las comunidades de nuestro territorio”.
El Primer Consejo de Corregidores de la gestión 2024 adopta esta determinación “ante la denuncia de problemas y conflictos con los técnicos del PROGRAMA de PALMA ACEITERA que están generando en nuestras comunidades tacanas”.
La palma africana o palma aceitera (Elaeisguineensis) es originaria del golfo de Guinea y está siendo introducida en la Amazonía boliviana por el gobierno de Luis Arce Catacora para la producción de biocombustibles. Para el año 2015 la producción de palma africana alcanzó alrededor de 18 millones de hectáreas de cultivo en el mundo, extensión similar a la que tiene Uruguay. El 86% de la producción mundial de aceite de palma está concentrada en Indonesia y Malasia. En la Amazonía los principales productores son Colombia y Brasil.
La palma africana es uno de los más importantes responsables de la deforestación, la pérdida de biodiversidad, el incremento de emisión de gases de efecto invernadero y la fragmentación de hábitats en los países tropicales. (Sheilet al, 2009; Ávila y Albuquerque, 2018).
La expansión de cultivos de palma africana en varios países viene provocando: i) conflictos locales alrededor de los derechos de propiedad; ii) conflictos por las condiciones contractuales entre pequeños productores, empresas y el Estado, y iii) conflictos ambientales por la contaminación y la expansión de la frontera agrícola sobre bosques(Castiblanco et al. 2015).
El establecimiento de viveros en el norte de La Paz y provincia Ballivián de Beni está a cargo del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal - INIAF San Buenaventura que tienen el siguiente avance de instalación de viveros:
- Municipio de Ixiamas un vivero de media producción (30 mil plantines de capacidad) en la comunidad Flor de Mayo, un vivero en el barrio Gallo de oro y un vivero en la comunidad Santa Rosa de Maravilla.
- Municipio de San buenaventura, un vivero en comunidad Everest y uno en 7 de diciembre,
- Municipio de Rurrenabaque un vivero en Nuevos Horizontes y uno en Uncallamaya.
- Municipio de San Borja un vivero en Alto San Pedro y otro en Progreso.
- Municipio de Reyes un vivero en Copaiba, otro en San Felipe y San Juan este ultimo de capacidad de 30 mil plantines (media producción).
Para la realización de los viveros en las comunidades, el INIAF solicita áreas comunales que normalmente deben ser transferidas a su nombre y que en la comunidad de instalación existan las condiciones de agua para riego y acceso de transporte.
Las comunidades, dirigentes y corregidores en general no están debidamente informados de cómo será el proceso de cultivo de palma africana a nivel de los costos de adquisición y transporte de los plantines, las condiciones contractuales y crediticias, los ingresos que generará este cultivo, el consumo de agua, los impactos ambientales y otros aspectos fundamentales para embarcarse en este nuevo negocio.
A estas grandes incertidumbres se suman las desilusiones que han tenido con otros programas para la provisión de azúcar, arroz, maíz y otros productos destinados al Ingenio Azucarero de San Buena y a la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA).
Según unproductor deIxiamas, de la Federación Sindical de Productores Agropecuarios de la Provincia Abel Iturralde (FESPAI), no hay un plan de trabajo para el cultivo de palma africana; no se saben cuántas plantas deben poner por hectárea y ven como un problema que se estén produciendo los plantinessin antes haber definido quienes serán las personas o comunidades que cultivarán dichos plantines. Así mismo, expresa que no hay detalles de costos operativos, y que se necesita por lo menos 5 hectáreas de palma africana para tener alguna rentabilidad.Sin embargo, los productores en dicha provincia no cuentan con esas 5 hectáreas disponibles, pues es una provincia de aptitud forestal y el plan de uso de suelos les permite el aprovechamiento máximo de 5 hectáreas por familia para actividades agropecuarias que ya están siendo ocupadas en producción de cultivos anuales, frutales y de ganadería.
Es en este contexto de grandes incertidumbres, desencantos y temores fundados en los impactos económicos, sociales y ambientales de la palma africana que el Consejo de Corregidores del CIPTArechaza el programa de palma africana y declara su paralización en todas sus comunidades.