Aprendiendo del debate vicepresidencial

* Iván Arias Duran

Desde el año 2005, en Bolivia, no hay debates electorales entre los principales candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la República porque al ser voluntario y no ser una exigencia de la norma electoral, el candidato que puntea en las preferencias, por estrategia, no debate con los que le siguen. Por el bien de la democracia, como ocurre en países maduros, es urgente que los debates electorales entre los candidatos a la presidencia sean obligatorios y que los mismos estén normados por ley.  ¿Por qué son importantes los debates electorales? Porque promueven el ejercicio del voto de forma consciente; los candidatos dan a conocer y discutir, sus ideas y planes de gestión; los votantes pueden identificar cuales propuestas se ajustan a la realidad dl país y porque fortalece la democracia de las razones y no la del  clientelismo. 

Rompiendo la tradición de estos 14 años, y como premio consuelo, la anterior semana hubo debate entre los candidatos a la vicepresidencia de CC, BDN y MAS. El mismo deja algunos aprendizajes útiles para los candidatos a diputados y senadores que sí están participando en varios debates.  Para ello, usaré los consejos del consultor político Martin Granados (2010) para ganar un debate.  1. Preparárselos, ensayar y entrenar. Al respecto, en el debate del 16 de septiembre, entre los tres candidatos a la Vicepresidencia la que demostró haberse preparado y seguido su libreto, fue Shirley Franco de BDN.  Álvaro García del MAS parecía mucho más improvisado que Gustavo Pedraza de CC. 2. Conocer los preparativos y reglas del debate. Los tres, en general, se movieron bajo las reglas acordadas, aunque la iracundia de algún debatiente casi desmadra el evento. El set de Red Uno impecable y muy buena producción 3. No desviarse de tus argumentos. Shirley se mantuvo firme en su guion y actitud. Álvaro, como ya está acostumbrado a hablar con públicos cautivos, quiso dar cátedra, sin darse cuenta que en este tipo de eventos hay limite a la palabrería, por ello, se dispersó y no fue incisivo. Gustavo estuvo centrado en una buena parte del debate, pero Shirley logro dispersarlo. 4. Mostrarse desenvuelto y tener una actitud positiva. Aquí hubo un empate catastrófico. Los tres estaban acartonados a su guion o a su seguridad. No estuvieron desenvueltos y ninguno mostró una actitud positiva. Las sonrisas alegres en los candidatos fue lo que menos hubo en este debate. Primó la sonrisa irónica, despreciativa.  Los tres estaban adustos sin dejar que salga la naturalidad.

5. No mentir, ni enfadarse ni burlarse del adversario. En esto de no mentir García, dado el peso de trece años en el gobierno, perdió porque el nivel de confianza en lo que dice ser y hacer es muy bajo. En boca del mentiroso, hasta lo cierto se hace dudoso. Franco, fue la subcampeona en esto de mentir en base a datos exagerados o errados. Dijo y uso datos que no aguantan un escrutinio riguroso, como se demostró al día siguiente en una entrevista personal en PAT que la desnudo en sus incongruencias. Pedraza evitó decir mentiras, pero no supo exponer sus verdades. Se perdió en el mar de información que tiene y llevó. 6. Encajar bien las críticas. Shirley perdió los estribos, no supo administrar con arte y humor las críticas de sus adversarios y mucho menos las de Gustavo.  Álvaro se mostró tranquilo, al extremo que parecía no saber qué decir, aunque utilizo muy bien (con ese ir y venir de su cabeza) cuando sus dos contrincantes se avasallaron en criticas mutuas. “Sigan, no paren, es lo que quiero” parecía ser la expresión del actual Vicepresidente. Gustavo manejó mejor las críticas, pero fue jalado al territorio que Shirley quería: debatir con él y demostrarle que la cosa no había sido no más entre dos, como la había dicho varias veces Carlos Mesa, sino entre tres. 7. Introducir nuestro mensaje en cada intervención. Shirley, cumplió su guion. Machacó y machacó en su mensaje destructivo a CC siguiendo la estrategia que supone que bajando a Mesa, ellos cosecharán la caída. Gustavo fue muy preciso en las críticas al MAS, pero no supo posicionar su mensaje de alternativa. Álvaro estuvo desconocido: incongruente, disperso y hasta inseguro Perdió la práctica del debate democrático después de 14 años de solo ordenar. 8. Ofrecer propuestas con contenido. Lo que menos hubo en este debate fue proponer soluciones.  Los candidatos se movieron en escenarios conocidos y no salió alguna propuesta que haya sido motivo de repercusión. Los tres se centraron en la crítica. No buscaron seducir, enamorar al electorado con sus ideas. Shirley enamoró a buena parte de la teleaudiencia con su actitud. 9. Utilizar un lenguaje claro, sencillo y directo (no apabullar con datos ni tecnicismos, ofrecer ejemplos, anécdotas y referencias personales). Shirley, con su actitud, le habló a la gente. La gente no se acuerda que propuso, pero se acuerda de ella y de su carácter. Álvaro y Gustavo académicos. Como si estuvieran en un aula, dirigiéndose a sus alumnos de maestría o matemáticas.  Ninguno usó ejemplos, anécdotas. Una parábola enseña más que mil palabras. Quizá no guste a los intelectuales, pero le llega a la gente. Demostraron no tener una narrativa para vender y posicionarse. 10. Hablar de personas en lugar de políticas (mostrarse emocional). Gustavo en esto uso en pocas oportunidades su contacto con la gente para, a partir de ello, desarrollar su intervención. Pero no lo hizo con maestría. Le debe parecer caer en lo anecdótico.  Shirley, no supo utilizar, en el debate, este recurso que la hizo conocida en sus intervenciones en el parlamento. Álvaro, habla desde su burbuja que lo tiene alejado de la cotidianeidad ciudadana. Los tres, con sus propios estilos, querían mostrarse como fieras de pelea, ninguno quiso mostrase “débil” con subjetivismos supuestamente vacíos. 11. No cometer fallos (los debates suelen pasar a la historia gracias a un error o un comentario ingenioso). El fallo de Shirley sobre los 10 millones en vez de los 10 mil millones de deuda externa, le quitó fuerza a su crítica sobre los errores matemáticos tan conocidos de Álvaro. Gustavo fue el que se mostró más técnico sin cometer errores, pero expuso sus ideas sin pasión. En este punto, Álvaro se llevó la flor en una frase que encerraba una mentira y un error al decir que en el bolsillo de cada boliviano hay cuatro mil dólares. Los memes burlescos de los días siguientes son la evidencia del costo de ese traspié. 12. Cuidar nuestra imagen personal y la comunicación no verbal. Shirley impecable en su imagen. Parecía una actriz de Hollywood, Angelina Jolie con tacones en Santa Cruz.  Álvaro, neutro aunque con su cabello desalineado y su camisa que al no ser azul, parecía descolorida. Suele vestirse elegante. Gustavo pudo presentarse quizá como un harvariano y no como si estuviera yendo invitado a la parrillada de la “frater” o al bautismo del camba Juanoncho. En la imagen gestual, Shirley muy agresiva, como si estuviera en un mercado de la Aroma cochabambina. Linera irónico y despectivo con sus rivales. Sobrador.  Gustavo muy apretado y sin expresiones que ayuden a su mensaje. Los cuadros estadísticos que llevó, no fueron televisivos y no causaron impacto. 14. Hablar con seguridad y mostrarse convincente para reforzar nuestra credibilidad y la confianza de los espectadores. Shirley gano aquí, no porque diga cosas interesantes o novedosas, sino que las dijo con énfasis, aplomo y convencimiento. Y es que en política lo que cuenta mucho es el aplomo y la imagen de seguridad que transmites. Aquí Gustavo perdió una gran oportunidad de posicionarse como el lado distinto y de equilibrio de Carlos Mesa. Álvaro, sin ajayu (sin alma, sin espíritu). 

En general, como dijo Marcelo Renjel, en este debate no se vendieron ideas sino personas. No propuestas, sino actitudes. El debate ha puesto en evidencia las estrategias de sus campañas que se vienen implementando desde diciembre del año pasado. CC: sin actitud y sin mostrar ambición de poder y autoridad. BDN: solo buscando posicionarse, a cualquier costo, no para hoy, sino para un futuro incierto. El MAS sin renovación de líderes ni de ideas, solo pensando en cómo eternizarse en el poder. La pregunta que flota en el ambiente, después del debate entre los alfiles: ¿habrá debate entre los candidatos a la Presidencia, los reyes?  
 
* Ciudadano de la República de Bolivia