Por José Luis Bedregal V.
El llamado de Luis Arce a un gran pacto social tiene como objetivo promover la salida pacífica a una serie de crisis políticas, institucionales, sociales y económicas que afectan al país. Para que dicho pacto sea efectivo, debe satisfacer una serie de condiciones estructurales, políticas y sociales.
Las condiciones necesarias para elpacto social, deben comprender ineludiblemente el compromiso sincero de las partes involucradas. Esto implica que los distintos sectores, tanto del gobierno como de la oposición, deben estar dispuestos a ceder y negociar por el bienestar del país, más allá de sus intereses particulares. La pregunta es: ¿Tienen esta voluntad sincera?
Bolivia, ha vivido una polarización política intensa en los últimos años, especialmente a raíz de las elecciones de 2019 y la posterior crisis que desembocó en enfrentamiento, la intervención policial y militar y la posterior restauración del orden constitucional con el Gobierno de Transición. Un pacto social,debe buscar cerrar esas heridas históricas mediante un proceso de reconciliación, que implique reconocer las diversas visiones políticas y fomentar la convivencia pacífica.
La invitación al pacto, debe ser inclusiva, abarcando no solo a los actores políticos tradicionales, sino también a movimientos sociales, organizaciones sindicales, empresarios, comunidades indígenas y sociedad civil en general. El pacto debe reflejar una amplia representación de las diversas identidades y realidades del país, buscando acuerdos en torno a un modelo de desarrollo nacional, lo cual es muy difícil, por las miradas contrapuestas de estatistas y liberales que hoy conviven confrontadas.
El pacto debe contemplar reformas en áreas clave como el sistema político, el económico y el social. Esto incluiría una reforma a las instituciones del Estado, a la justicia, a los mecanismos de participación ciudadana y a las políticas públicas, con el objetivo de hacerlas más inclusivas, transparentes y equitativas.No basta con llegar a acuerdos, sino que debe haber mecanismos claros para garantizar el cumplimiento de lo pactado. Esto podría implicar la creación de una comisión de garantes que supervise la implementación de los acuerdos alcanzados, con el respaldo de la comunidad internacional en caso de ser necesario.
El proceso debe sermediado por una autoridad neutral si fuera necesario, para establecer una agenda común de los temas a tratar y las condiciones en las cuales las partes se comprometen a dialogar.El pacto debería contar con grupos de trabajo en áreas como la economía, la justicia, la seguridad, la reforma electoral y la educación, donde se logren acuerdos puntuales para avanzar en las reformas. Todo esto debe estar enmarcado en un plan de acción con un calendario concreto para implementar las reformas que sean necesarias.
El indulto a los denominados perseguidos y presos políticos es imprescindible. Este gesto podría ser una medida simbólica importante para lograr la reconciliación. Un indulto podría ser visto como un acto de justicia restaurativa que no implica impunidad, pero sí reconoce que el país ha atravesado una situación excepcional y que, para avanzar hacia la pacificación y reconciliación, es necesario cerrar esos capítulos dolorosos.