INICIAN CAMINO NEOCATECUMENAL
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Arquidiócesis de La Paz celebra ordenación de 8 nuevos sacerdotes

Ordenación presbiteral en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de La Paz

La Arquidiócesis de La Paz celebró la noche de este sábado la ordenación de ocho nuevos sacerdotes durante un acto efectuado en la Catedral Metropolitana de Nuestra Señora de La Paz, coincidente con la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, Patrona de América Latina.

La ordenación presbiterial fue presidida por monseñor Edmundo Abastoflor, en su calidad de acompañante de los nuevos ordenados y Arzobispo emérito que dio la bienvenida a los sacerdotes.

A partir de este sábado se suman a la Iglesia los sacerdotes Murilo Paiva Dantas de Oliveira, Diego Adahir Aguirre Roca, José Reynaldo Ypamo Ortiz, Dante Bisco Arao, Rimer Daniel Fernández Pinto, Marcos Francisco Lora de Gumucio, Huascar Daniel Encinas Gutiérrez y Luis Daniel Ríos Figueroa.

Asistieron el Cardenal Toribio P. Ticona, el Arzobispo de La Paz, Mons. Percy Galván, Mons. Giovani Arana, Administrador Apostólico de El Alto, Mons. Julio María Elías, Obispo emérito del Beni, Mons. Aurelio Pesoa, Obispo electo del Beni, Mons. Eugenio Coter, Obispo de Pando y sacerdotes de la Arquidiócesis.

El acto se celebró con todos los cuidados de bioseguridad que acompañaron la ceremonia y la asistencia de los familiares, amigos, religiosas y religiosos y hubo gran presencia del Camino Neocatecumenal.

Abastoflor en su homilía explicó que la consagración significa que “Dios toma propiedad de ellos”, de sus vidas y las toma para el servicio al Señor y a los hermanos, “tienen que llenarse de Dios, revestirse del Señor para poder estar a disposición de los otros”.

Dijo que “ser sacerdote es estar entregado al Señor y al servicio a los hermanos, donde la Iglesia quiera enviarlos. La vida del sacerdote tiene que ser de una identificación cada vez mayor con el Señor”.

Pidió ir hacia adelante, firmes, apoyándose en el Señor, revistiéndose de verdad y de la humildad de la Virgen de Guadalupe, al servicio a María.

También les recordó las palabras de monseñor Percy Galván para formar una familia de Hijos de Dios en todos los ámbitos, donde los nuevos sacerdotes sean pastores con olor a oveja, “que no sean creídos, sean pastores humildes y sacrificados”, remarcó.

Al finalizar imploró por más vocaciones en la Iglesia, bendijo a Dios por su misericordia y generosidad, y aseguró la acogida y compañía de María Bendita en la vida sacerdotal de los nuevos consagrados.

Como parte del Rito de Ordenación los candidatos realizaron la promesa de elegidos y de obediencia. Asimismo durante la Ordenación se realizó la Imposición de manos, la Plegaria de Ordenación, la Imposición de la Estola y la Casulla, la Unción de las manos