La plataforma ambientalista “Bolivia Libre de Transgénicos” denunció este jueves que el ministro de Economía Branko Marinkovic, “astutamente utiliza a sus familiares” para consolidar 33.480 hectáreas de tierras a través de las Empresas Agropecuarias “Laguna Corazón” y “Tierras Bajas del Norte en el departamento de Santa Cruz. La familia negó en un comunicado Branko sea accionista de empresa alguna.

La ambientalista afirma que la familia Marinkovic es propietaria de la empresa aceitera IOL SA, y tiene como principal actor a Branco Marinkovic, que “casualmente” resulta ser uno de los grandes productores de soja transgénica de la región.

Señala que, gracias a esa trayectoria, el gobierno transitorio de Jeanine Áñez, a través de la ministra de Desarrollo Rural Eliane Capobianco, han consolidado tierras bajo un sistema normativo ilegal para favorecer al agronegocio transgénico aprobado por una estructura corrupción en dependencias del INRA y el INIAF.

La polémica sobre la propiedad de “Laguna Corazón” se remonta a junio de 2005 a denuncia presentada por el Defensor del Pueblo ante la Superintendencia Agraria, por supuestamente cambiar el nombre de Branko a Empresa Agropecuaria “Laguna Corazón (EALC S.A.) que opera sobre territorios indígenas, restringiendo el acceso de los originarios a la laguna.

Luego denunciaron apropiación particular de la Laguna “Santo Corazón” sin tomar que era un bien de dominio público. Desde entonces los Marinkovic mantuvieron un largo proceso administrativo y judicial que, según el mismo comunicado familiar, acabó en julio de este año con sentencia del Tribunal Constitucional que ordena al INRA extender una resolución final de saneamiento.

Esta plataforma cuestiona al Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras por incumplimiento de deberes, violación de la Constitución, usurpación de funciones, incluso de manera unilateral y abusiva se dedican a generar autorizaciones irregulares.

Indican que la consolidación de tierras a favor de Marinkovic está ligada al Decreto Supremo 4348 del 22 de septiembre de 2020 que apunta a la producción de semillas de maíz transgénicas, sin tomar en cuenta que Bolivia es centro de origen y diversidad del maíz con más 77 razas descritas.

Esa entidad hace un llamado para no dejar pasar por alto estos hechos que aparecen como desconectados entre sí, pero que están destinados a someter a los pueblos, controlar la agricultura y alimentación ocupando y destruyendo bosques y territorios indígenas.

Asegura que esta es otra forma de favorecer el agronegocio con la dotación ilegal de tierras, subvención al diésel, créditos concesionales, perdonazos de sanciones por quemar bosques y otros beneficios que hicieron engordar a este sector.