Un bloqueo registrado en el municipio de Ivirgarzama, registrado el miércoles, generó un nuevo episodio de tensión y acusaciones entre el Gobierno y la dirigencia del Trópico de Cochabamba.

El viceministro de Seguridad Ciudadana, Wilson Santamaría, indicó que los bloqueadores pusieron pedregones y provocaron incendios en la carretera. 

Denunció que hubo móviles políticos en la protesta, porque se está solucionando las demandas de provisión de combustibles, atención de bancos y el tema de elecciones ya fue tratado por la Asamblea.

Santamaría indicó que dirigentes radicales aún apelan a ese tipo de medidas, pero pidió mayor responsabilidad para no poner en riesgo a la población en medio de la pandemia.

Los dirigentes de la región sostuvieron que el bloqueo sólo duró unas dos horas. El ejecutivo de la Federación Carrasco, Julián Cruz, explicó que los bloqueadores era unas 20 personas que se habían molestado porque se había terminado el cupo de combustible para la venta.

Cruz dijo a radio Carrasco que él se dirigió a hablar con los manifestantes, para instarlos a esperar hasta la mañana de este jueves para abastecerse del combustible.

Aseguró que el Trópico no ha roto la cuarentena y lamentó que a nivel nacional se ha divulgado esa información que, según sostiene, busca hacer quedar mal a la región.

Manifestó que el Trópico es amenazado por autoridades como el ministro Arturo Murillo, pero aun así la región decidió cumplir la cuarentena con cuidados de bioseguridad, porque considera que el Gobierno no tiene la capacidad de garantizar la salud.

El dirigente Leonardo Loza ratificó que fue un bloqueo esporádico y aseguró que las Seis Federaciones no tuvieron que ver con esa medida de presión. Vaticinó que el Gobierno usará la medida de presión para cerrar bancos y surtidores para dañar a la región.