SEGÚN ESTUDIO
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Más de dos millones de niñas, niños y adolescentes viven expuestos a los efectos del cambio climático en Bolivia

AGENCIA DE NOTICIAS AMBIENTALES

El cambio climático ya no es una amenaza futura para Bolivia, es una realidad diaria que impacta severamente a su población más vulnerable. El estudio presentado hoy por ChildFund Bolivia y Educo concluye que más de dos millones de niñas, niños y adolescentes (NNA) viven expuestos a los impactos más severos de la crisis ambiental: sequías extremas, inundaciones recurrentes, olas de calor e incendios forestales.

La realidad en datos

La investigación confirmó que la crisis impacta directamente en cinco derechos fundamentales (Salud, Educación, Protección, WASH y Seguridad Alimentaria), revelando cifras preocupantes:

La Triple crisis: salud, nutrición y servicios básicos

El estudio subraya que la fragilidad de Bolivia se entrelaza con la pobreza estructural y la alta dependencia de los recursos naturales, agravando la vulnerabilidad de la niñez:

Salud y Nutrición: 77 municipios (principalmente de Potosí, Oruro y Cochabamba) muestran una vulnerabilidad alta o muy alta en salud infantil y materna.

En 90 municipios del bioma andino existe alta vulnerabilidad para la salud materna. 20 municipios registran vulnerabilidad muy alta en el acceso a alimentación que garantice una correcta nutrición.
Servicios Básicos: 124 municipios presentan alta vulnerabilidad en el acceso a servicios básicos (WASH), con 94 de ellos ubicados en el bioma andino y 30 en el amazónico.

Educación: Ocho municipios de la zona andina enfrentan una vulnerabilidad educativa muy alta, caracterizada por bajos índices de inscripción y permanencia escolar debido a interrupciones climáticas.


Ximena Loza, directora de ChildFund Bolivia durante la presentación del estudio en un hotel de la zona Sur de La Paz. Foto: ChildFund

Factores en contra

Las sequías, inundaciones y otros fenómenos extremos aumentan la vulnerabilidad de las y los bolivianos frente a los efectos el cambio climático. A esto se suma laalta dependencia de los recursos naturales y la pobreza estructural, contextos que agravan la vulnerabilidad.

El estudio recuerda que, en 2023, la temperatura promedio global era 1,1 grados Celsius más alta que en el periodo preindustrial, y que Bolivia experimentó un aumento de entre 1 y 2,5 grados, en esa misma escala, en la zona andina, realidad que se evidencia en los deshielos de la cordillera de los Andes.

La confluencia de todos estos factores llevó a detectar que más de dos millones de NNA viven en riesgo. La investigación concluye que la vulnerabilidad obedece a factores que limitan su capacidad de adaptación: fisiológicos, sociales y económicos.

Esta situación también limita otros derechos de la infancia y adolescencia, como ocurre con la educación: ocho municipios de la zona andina tienen vulnerabilidad muy alta a la deserción escolar, con bajos índices de inscripción y permanencia escolar.

Resiliencia

La investigación presenta sugerencias clave que marcan una hoja de ruta a seguir, entre ellas se destacan: 1. Fomentar la generación de propuestas desde las y los NNA, 2. Incluir la perspectiva de género para reducir la discriminación y promover la participación de las mujeres en la búsqueda de soluciones conjuntas y 3. Garantizar el financiamiento climático para que, de forma sistemática y directa, se beneficie a la niñez y a la adolescencia.

La publicación aborda esta temática con profundidad y está dirigida especialmente a técnicos, profesionales, tomadores de decisión y otros, que puedan utilizarla en beneficio de la ciudadanía

El documento completo está disponible en las páginas web de ambas instituciones www.childfundbolivia.org  y www.bo.educo.org  Además, se complementa con un dashboard, una herramienta interactiva que permite al usuario filtrar la información por bioma, departamento o municipio, adaptando el análisis al ámbito territorial específico.