Al celebrar este domingo la festividad del Bautismo de Jesús, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor René Leigue, instó a los padres y padrinos a asumir con seriedad el compromiso de educar a sus hijos y ahijados en la fe cristiana.

Durante la homilía dominical, destacó que el bautismo no debe ser entendido solo como una tradición, sino como un acto de fe que convierte a las personas en herederas de la vida eterna y miembros de la familia santa de Dios.

Monseñor Leigue recordó que, al momento del sacramento, los padres y padrinos asumen la responsabilidad de guiar espiritualmente a los niños, enseñándoles a participar en la misa y fomentando su integración a la comunidad cristiana.

“Muchos no recuerdan la fecha de su bautizo porque sus padres o padrinos nunca se los dijeron. Es importante conmemorar ese día, llevar al niño a misa y agradecer a Dios por su vida espiritual”, expresó.

El arzobispo enfatizó que la misión de los padres no termina con el acto del bautismo, sino que implica un compromiso permanente para inculcar a los hijos el amor a Jesús y el valor de la vida en comunidad.

“Es como llevarlos al parque; si los niños van desde pequeños, aprenden qué hacer y disfrutan. Lo mismo sucede con la misa: tráiganlos desde pequeños, y les gustará ser parte de la vida espiritual”, señaló.

Asimismo, exhortó a que las familias vivan su fe con convicción y no solo por tradición o costumbre. “Si lo hacemos con testimonio, el comportamiento de nuestros hijos será diferente. La fe se demuestra en la vida diaria y en el compromiso con Jesús, desde pequeños hasta la madurez, como ocurre con el sacramento de la confirmación”, concluyó monseñor Leigue, llamando a los católicos a practicar y fortalecer su fe más allá de las palabras.